Semana Santa

A lo largo del año hay fechas especiales llenas de tradiciones y significados: Día de la Bandera, del trabajo, de la Madre, Día de la Independencia, Día de los Muertos, Navidad… y entre esas fechas está la Semana Santa. Para muchas personas significa un fin de semana largo, unas breves vacaciones, o una oportunidad para reunirse con amigos para comer y beber, dándose unos buenos atracones, aunque esta vez se cambie del menú la carne por pescado, pero para muchas otras personas, la Semana Santa tiene un significado aun mayor y profundo.

Entre todas las semanas del año, la más importante para los cristianos es la Semana Santa, por los acontecimientos que conmemoramos:
Domingo de Ramos. Es el primer día de la semana de festejos y uno de los más importantes debido a que este día representa la llegada de Jesús a Jerusalem.


El Lunes Santo. Luego de haber pasado la noche en Betania, Jesús vuelve a la cercana Jerusalem y se dirige al templo, pero lo encuentra convertido en un mercado, lleno de comerciantes dispuestos a hacer negocios entre ellos. Viendo el fatídico espectáculo que tenía frente, Jesús se enfrenta a los vendedores y los echa del lugar, argumentando que era un lugar sagrado al que había que respetar; un lugar donde se iba a rendir culto.




El Martes Santo Jesús anuncia su muerte, causando un gran pesar entre sus discípulos.
El Miércoles Santo es el día de la entrega y la traición. Este día se recuerda el momento en que Judas, uno de los doce discípulos del Señor, se pone de acuerdo con los enemigos de Jesús y se ofrece a entregarlo a cambio de 30 monedas de plata. Es el comienzo de la mortal confabulación.




El Jueves Santo, se conmemora la institución de la Eucaristía en la Última Cena de Cristo. Cuando finaliza la cena, Jesús se despide de su madre y sale en dirección a un huerto de olivos, acompañado de algunos discípulos. Esa misma noche, Jesús es entregado por Judas y puesto en prisión donde lo interrogan durante toda la noche. Ese es uno de los días más importantes de la Semana Santa y su festejo incluye procesiones desde la madrugada hasta el día siguiente, el Viernes Santo.




El viernes santo, es un día crucial en la liturgia cristiana y la conmemoración de la muerte de Cristo en la cruz. Luego de su encarcelamiento Jesús es sometido a un juicio, donde sufre torturas aberrantes. Recibe la corona de espinas sobre su cabeza y le cargan la cruz, con la que recorre la ciudad de Jerusalem en dirección al Calvario. En horas del mediodía el Señor es crucificado.




El sábado santo, se conmemora a Jesús en el sepulcro. En este día tiene lugar la Vigilia Pascual. En ella se vela para expresar que los fieles siguen en la espera, en la vigilancia y en la esperanza de la venida del Señor, del cumplimiento del nuevo y definitivo paso con él.




Domingo de Resurrección. El Domingo de Pascua es el día en el cual Jesús salió de su sepulcro. Este hecho es fundamental para el cristianismo, la Pascua de Jesús, que significa el paso de la muerte a la vida. Por ello, lo importante de este tiempo no es el recordar con tristeza lo que Cristo padeció en la cruz, sino “celebrar con fe y revivir su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección”.




La Resurrección del Señor nos abre las puertas a la vida eterna, su triunfo sobre la muerte es la victoria definitiva sobre los pecados. Este hecho hace del domingo de Resurrección la celebración más importante de todo el año litúrgico.
Aún con la asistencia a las celebraciones podemos quedarnos en lo anecdótico, sin nada que nos motive a ser más congruentes con nuestra fe.


El verdadero significado de la Semana Santa, es tener un encuentro con Dios y acercarnos más al prójimo realizando buenas acciones. No debemos interpretar la Semana Santa, como el recuerdo de un hecho histórico, o un momento de vacaciones sin sentido, es tiempo de perdón y de reconciliación fraterna, expulsando de nuestros corazones el rencor, el odio y la envidia.

TRADICIÓN MOLFETTESE

En Molfetta la Semana Santa es un conjunto de tradiciones, ritos, sugestiones, de gran religiosidad, que se evidencian también desde una particular ritualistica culinaria.



Si bien la combinación es absolutamente desaconsejable, incluso para los más atrevidos del gusto. De cualquier manera, juntos caracterizan a Molfetta en los días de Semana Santa que preceden a la Pascua, y no son saboreados juntos. Los Pizzarelli (“u pizzariedde”), consisten en un pan (los maestros panaderos se esfuerzan en preparar un tipo particular de pan, para la ocasión) relleno con atún, aceite de oliva y alcaparras, es una necesidad absoluta en la noche entre el jueves y viernes santo.





La “Vènèzeiène” es una taza de humeante chocolate caliente, que aporta calor en la noche a quienes siguen la procesión de los Misterios. Se adapta a todos los paladares, pero para los golosos es una delicia preparada con chocolate negro, leche y crema.
Los dos son elementos de punta en la tradición gastronómica molfettese, empujan pero sin gran esfuerzo, con una selección de postres que van desde la Scarcella (“u scarcèdd”), dulce a base de masa frola, relleno con mermelada de membrillo y pasta de almendras, con formas de corazón, estrella, campana.



También están aquellos dulces compartidos con otras ciudades de la Puglia, como los Boconotti, que también se preparan con una base de masa frola, rellenos con crema pastelera y mermelada. En estos días también se ofrecen una amplia selección de taralli (entre ellos los Tarallucci zuccherati muy apetecidos por los niños), de huevos de Pascua y tartas o crostatas de ricotta.



Ricette Dolci Pugliesi: Il Bocconotto