AUGURI DE BUON NATALE

De todos los países, Italia es uno de los mas tradicionales al momento de los festejos en la Navidad siguen las mismas costumbres que el resto del mundo, por estos días resuena un clásico refrán ”Natale con i tuoi, Pascua con chi vuoi” "Navidad con los tuyos, pascua con quien quieras".

Esto indica que es una fiesta muy familiar. El día 24 comienzan las fiestas con la “Vigilia di Natale” con la tradicional “Cenone” (gran cena). El día 25 también se celebra con comidas, visitas a los familiares y reuniones entre amigos, también se intercambian regalos.

Pero además de estas llamativas costumbres, desde siempre Italia fue el país de Europa que mayor cantidad de fuegos artificiales usa durante las fiestas. Esa tradición la heredaron de Marco Polo, quien al llegar a la antigua China, se encontró con el invento de la pólvora y descubrió que mezclándola con algunas sustancias colorantes se la podía utilizar como elemento de festejo en distintas ocasiones. 


                                                           NOCHEBUENA
El día 24 comienzan las fiestas” vigilia di natale” con la tradicional “cenone” (gran cena).El día 25 también se celebra con comidas, visitas a los familiares y reuniones entre amigos, también, se intercambian regalos. La cena de nochebuena o “cenone” comienza con los antipasti, unos entremeses a los que le siguen los espaguetis con almejas, el pescado, las verduras, fruta fresca y el turrón.  
                                                           NOCHEVIEJA
En la última noche del año, los italianos preparan la cena conocida como la “notte di Capodanno”, donde además de comer y beber en abundancia, promediando las doce de la noche todos salen a los balcones para despedir el año que se va y recibir al nuevo.Desde hace tiempo, en algunas regiones se difundió una nueva costumbre que es la de regalarse entre familiares y amigos, prendas íntimas de color rojo como expresión de los mejores augurios para el año entrante. En cambio, en lugares como Nápoles, Sicilia y Calabria, se sigue manteniendo una curiosa y milenaria costumbre, que es la de arrojar algunos muebles por la ventana. Esta costumbre se fundamenta en que creen que al arrojar objetos como platos, vasos o muebles en desuso, se liberan de todo lo malo que les pudo suceder en el año que termina ( de aquí viene la conocida frase ”tirar la casa por la ventana”).Es por eso que en los sitios donde se lleva a cabo esta práctica, deben vaciar las calles previamente y se establece un horario fijo para arrojar los muebles, sobre todo para que los  transeúntes sepan en que momento salir de sus casas, sin temor a ser alcanzados por un sofá o un candelabro.Lo más conocido de la gastronomía navideña de Italia es el famoso plato de lentejas durante la cena de Nochevieja; para los italianos, estas legumbres son un símbolo de buena suerte y, según la tradición, quien las coma no tendrá apuros económicos en el nuevo año.
El dulce más típico de estas fechas es el “panettone”,  una especie de roscón con pasas, con formas e ingredientes diferentes según la zona del país. Los hay también cubiertos con chocolate y azúcar.  









La dieta mediterranea della Puglia

Este libro contribuye significativamente a encuadrar la dieta mediterránea en su contexto social y económico, y pone a disposición del lector en forma sistemática, las pruebas científicas que demuestran la amplia gama de beneficios para la salud de los individuos y las poblaciones, en los hombres y las mujeres. Por último, se ofrece al lector consejos prácticos sobre cómo preparar la mesa con alimentos y recetas que no sólo estimulan el paladar, sino que puede ayudarnos a vivir una vida larga y de calidad.  



La pirámide de los alimentos, que se ha convertido en un símbolo de la dieta y una vista impresionante y denominado "concepto preliminar de la dieta mediterránea tradicional", contiene valiosos nutrientes en el modelo, la definición de las reglas; abundante consumo de frutas y verduras, legumbres y frutos secos, trigo, pan , pasta, cuscús, polenta, las aceitunas y el aceite de oliva como grasa principal cantidades limitadas de carne roja magra y productos lácteos como el queso y el yogur, cantidades moderadas de pescado y aves, todo ello acompañado de vino.
Puglia, besado por el sol y bañado por las aguas del mar Mediterráneo, ofrece una variedad de frutos de la tierra que responden plenamente a los alimentos en la pirámide alimenticia.

El mantenimiento de la autenticidad que la tierra ofrece y por lo tanto evitar la adulteración para almacenar alimentos, esta región tiene una tradición culinaria poco común. La cuestión clave es el uso de aceite de oliva, una grasa vegetal monoinsaturada, que eleva el nivel de colesterol en la sangre a diferencia de las grasas animales y por lo tanto más saludable. Además, podemos decir que el aceite de Puglia tiene el valor añadido de su sabor intenso y sabor y aromas que lo distinguen.


El Patrimonio Cultural Inmaterial del Patrimonio Mundial y define un modelo de dieta mediterránea de seguir y muy sabroso.
Basado en el principio fundamental de la nutrición completa y equilibrada, de hecho, se inspiró en la simplicidad de la preparación y utilización de productos de temporada, frescos y en su mayoría locales, proporcionando proteínas, lípidos, azúcares y alto valor nutritivo y bajo en colesterol, así como una contribución sustancial de los minerales, fibra y vitaminas.
El aceite de oliva, sazonar principal de la dieta mediterránea, además de sabor, se recomienda principalmente por sus propiedades para la salud y sus efectos beneficiosos sobre el corazón. Verduras, legumbres, cereales (arroz significativamente, pero también pan preferiblemente integral y pasta), frutas frescas y secas, tomates, productos lácteos (con moderación), pescado, fibra dietética, son los principales productos de la dieta mediterránea.

Por último, el consumo de vino con moderación es un hábito saludable de acuerdo a la dieta mediterránea, el rojo, en particular.
El rey de la dieta mediterránea es el aceite de Oliva Virgen Extra, uno de los más ricos en antioxidantes naturales, capaces de actuar sobre los radicales libres, retrasando el proceso de envejecimiento de nuestras células. Rico en ácidos grasos monoinsaturados, el Aceite de Oliva Virgen Extra, juega un papel vital en la prevención de enfermedades como la arteriosclerosis, colesterol y las enfermedades con las enfermedades del corazón y aumentar la inmunidad. 



        

Serata Due Mila Tredici






En el mes del 8º aniversario de su creación, el Centro Pugliese de Bahía Blanca y Región, realizo una nueva Serata Pugliese, en las instalaciones del Museo del Puerto de Ingeniero White, ubicado en la esquina de Guillermo Torres y Cárrega, en uno de los accesos del puente La Niña.


Toda la comunidad de descendientes de inmigrantes italianos provenientes de la Región Puglia y a toda la comunidad de la ciudad y la región, compartieron una tarde en la Cocina del Museo del Puerto donde, como es tradicional, se disfrutará de un ambiente mezclado de mucha alegría y un poco de nostalgia, acompañado de agradables melodías, canciones y versiones de canzonettas italianas. 





Como una buena práctica de anfitriones, se recibió a los concurrentes, convidando porciones de biscotti pugliesi y un vasito de vino moscato.  Se entregaron nuevas hojas coleccionables del recetario de la cocina pugliese.


Entre las especialidades que se degustaron podemos citar Cartelatte, Ciambellone, Mandorlata, Crostata di Riccota e Pere,  Mandorlata di Ricotta e marmellata al caffe, Mesttazulle, entre otros, todos platos dulces típicos de la región Puglia.




Se efectuaron actividades lúdicas, con imágenes, videos y canciones de interpretes pugliese, y la correspondiente entrega de presentes a los ganadores. 


Los mayores aplausos, fueron recibidos por el espectáculo artístico, de los jóvenes de " Los Nonnos de Atilio", quienes nos deleitaron con canzonettas clasicas y versiones especiales.



Serata Due milaTredici  Centro Pugliese de Bahia Blanca y Region










Homenaje al General José de San Martín

En esta conmemoración del fallecimiento de Don Jose de San Martín  es propicio recordar, las palabras del general:
"Divididos seremos esclavos: unidos estoy seguro que los batiremos; hagamos un esfuerzo de patriotismo, depongamos resentimientos particulares, y concluyamos nuestra obra con honor".
                                   Gral. Jose de San Martín

Al cumplirse un nuevo aniversario de su muerte, el Centro Pugliese de Bahía Blanca y Región rinde su cálido y muy merecido homenaje al Libertador General Don José de San Martín.




José Francisco de San Martín nació en Yapeyú (Provincia de Corrientes) el 25 de febrero de 1778, y murió en Boulogne-Sur-Mer (Francia) el 17 de agosto de 1850, fue un militar argentino cuyas campañas fueron decisivas para las independencias de Argentina, Chile y el Perú.
Junto con Simón Bolívar es considerado el libertador más importante de Sudamérica de la colonización española.
En la Argentina tiene el título de “Padre de la Patria” y se lo considera un héroe y prócer nacional. En el Perú, se lo reconoce como libertador de aquel país, con los títulos de “Fundador de la Libertad del Perú”, “Fundador de la República” y “Generalísimo de las Armas”. En Chile su ejército le reconoce el grado de Capitán General.

HIMNO AL GENERAL JOSE DE SAN MARTIN

Yerga el Ande su cumbre más alta,
de la mar el metal de su voz,
y entre cielos y nieves eternas,
se alce el trono del Libertador.
Suenen claras trompetas de gloria,
y levanten un himno triunfal:
que la luz de la historia agiganta
la figura del Gran Capitán.
De las tierras del Plata a Mendoza,
de Santiago a la Lima gentil,
fue sembrando en su ruta laureles
a su paso triunfal, San Martín
San Martín el señor de la guerra
por secreto designio de Dios.
Grande fue cuando el sol lo alumbraba,
y más grande en la puesta del sol.
Padre augusto del pueblo argentino,
héroe magno de la libertad.
A su sombra la Patria se agrandaen virtud,
en trabajo y en paz.
¡San Martín! ¡San Martín!. Que tu nombre
honra y prez de los pueblos del Sur,
asegure por siempre los rumbos
de la Patria que alumbra tu luz.
(Música: Arturo Luzzatt - Letra: Segundo M. Argarañaz)

Recordemos a José de San Martín a través de algunos de sus pensamientos:
No quiero manchar mi espada con sangre de mis hermanos.
Más ruido hacen diez hombres que gritan que cien mil que están callados.
Serás lo que debas ser, si no, eres nada.

Si somos libres, todo nos sobra.

La unión y la confraternidad, tales serán los sentimientos que hayan de nivelar mi conducta pública cuando se trate de la dicha y de los intereses de los otros pueblos.

La biblioteca destinada a la ilustración universal, es más poderosa que nuestros ejércitos para sostener la independencia.

La reputación del generoso puede comprarse muy barata; porque no consiste en gastar sin ton ni son, sino en gastar con propiedad.

Antes sacrificaría mi existencia que echar una mancha sobre mi vida pública que se pudiera interpretar por ambición.

La ilustración y fomento de las letras es la llave maestra que abre la puerta de la abundancia y hace felices a los pueblos.

La moderación y la buena fe, tales los fundamentos sobre los que apoyo mis esperanzas de ver estrechados los vínculos sagrados que nos unen, y de no aventurar un solo paso que pueda romperlos o debilitarlos.

Por inclinación y principios amo el gobierno republicano y nadie, nadie lo es más que yo.
En mis providencias malas o buenas, jamás ha tenido parte la personalidad y sí sólo el objeto del bien e independencia de nuestro suelo.

Es cierto que tenemos que sufrir escasez de dinero, paralización del comercio y agricultura, arrostrar trabajos y ser superiores a todo género de fatigas y privaciones; pero todo es menos que volver a uncir el yugo pesado e ignominioso de la esclavitud.

Deseo que todos se ilustren en los sagrados derechos que forman la esencia de los hombres libres.
Mis necesidades están más que suficientemente atendidas con la mitad del sueldo que gozo.
La seguridad individual del ciudadano y la de su propiedad deben constituir una de las bases de todo buen gobierno.

Dios conserve la armonía, que es el modo de que salvemos la nave.

No se debe hacer promesa que no se pueda o no se deba cumplir.

El empleo de la fuerza, siendo incompatible con nuestras instituciones, es, por otra parte, el peor enemigo que ellas tienen.

Mi barómetro para Conocer las garantías de tranquilidad que ofrece un país las busco en el estado de su hacienda pública y, al mismo tiempo, en las bases de su gobierno.

La marcha de todo Estado es muy lenta; si se precipita, sus Consecuencias son funestas.

No nos ensoberbezcamos con las glorias y aprovechemos la ocasión de fijar la suerte del país de un modo sólido y tranquilo.

La religiosidad de mi palabra como caballero y como general ha sido el caudal sobre el que han girado mis especulaciones.

Todo buen ciudadano tiene una obligación de sacrificarse por la libertad de su país.
Mi objeto desde la revolución no ha sido otro que el bien y felicidad de nuestra patria y al mismo tiempo el decoro de su administración.

Cada gota de sangre americana que se vierte por nuestros disgustos me llega al corazón.

En el último rincón de la tierra en que me halle estaré pronto a sacrificar mi existencia por la libertad.
Al americano libre corresponde trasmitir a sus hijos la gloria de los que contribuyeron a la restauración de sus derechos.

Tiempo ha que no me pertenezco a mí mismo, sino a la causa del continente americano.
Divididos seremos esclavos, unidos estoy seguro que los batiremos: hagamos un esfuerzo de patriotismo, depongamos resentimientos particulares, y concluyamos nuestra obra con honor.

Nuestros desvelos han sido recompensados con los santos fines de ver asegurada la independencia de la América del Sud.

La armonía, que creo tan necesaria para la felicidad de América, me ha hecho guardar la mayor moderación.

Voy a hacer el último esfuerzo en beneficio de la América. Si éste no puede realizarse por la continuación de los desórdenes y anarquía, abandonaré el país, pues mi alma no tiene un temple suficiente para presenciar su ruina.

Para defender la libertad se necesitan ciudadanos, no de café, sino de instrucción y elevación moral.
Estoy convencido que la pasión del mando es, en general, lo que con más imperio domina al hombre.

Hombres que se abandonan a los excesos son indignos de ser libres.

Los hombres distamos de opinión como de fisonomías, y mi conducta, en el tiempo en que fui hombre público, no pudo haber sido satisfactoria a todos.

No es en los hombres donde debe esperarse el término de nuestros males: el mal está en las instituciones y sólo en las instituciones.

Ser feliz es imposible, presenciando los males que afligen a la agraciada América.
Los hombres no viven de ilusiones sino de hechos.

Mi nombre es ya bastante célebre para que yo lo manche con infracción de mis promesas.
Las consecuencias más frecuentes de la anarquía son las de producir un tirano.

Al hombre honrado no le es permitido ser indiferente al sertimiento de la justicia.
Es necesario tener toda la filosofía de un Séneca, o la impudicia un malvado para ser indiferente a la calumnia.

Mi sable jamás saldrá de la vaina por opiniones políticas.

Tan injusto es prodigar premios como negarlos a quien los merece.


(Fuente: Es legado de San Martín. Comisión Nacional de Homenaje al bicentenario Nacimiento del Gral. D. José de San Martín. Instituto Nacional Sanmartiniano)






Tendal de Repasadores

                                Nuevo librito del museo!





El Museo del Puerto, creado en 1987, es una institución pública y comunitaria dedicada a la historia y el presente de Ingeniero White, pueblo y puerto de Bahía Blanca. Un amplio repertorio de entrevistas y relatos de vecinos y trabajadores constituye la base del trabajo. Son objetos privilegiados del museo un malvón en un bidón, una canzonetta o un strudell recién horneado. Sus zonas de atención mayor son las articulaciones entre el mundo de la vida cotidiana y el mundo de la producción, y también los desplazamientos incesantes entre lo local, lo nacional y lo mundial.

En la articulación entre las historias personales y la historia colectiva, un trapo puede convertirse en un objeto de indagación fundamental para un museo: incluso si está sucio, incluso si está recién comprado, incluso si está en uso. Justamente por eso.

En un tendal con más de cien repasadores era posible reconocer una historia personal o familiar tramada con transformaciones económicas que incluyen a muchos más. Por ejemplo, un repasador hecho por Emilia Paynefil a partir de una bolsa de yerba da cuenta de los modos de consumo previos al supermercado, y también del trabajo de darle otro valor de uso a un material que aparentemente ha quedado obsoleto. En uno que la docente Nancy Clementis bordó en la escuela para su mamá es posible “leer” un momento determinado en el plan escolar. A veces, un repasador cuenta una historia de amor: por ejemplo, María Gabriela Rodríguez le regaló un repasador-calendario a su pareja, Raúl Machado, en 2007. Otras, concentra un relato inmigratorio, como los que trajo Armando Russo de Portugal. Un repasador en el cual se lee la marca “Avon” permite considerar los micro-emprendimientos laborales que organizaron a muchas mujeres en épocas de flexibilización laboral. También es significativo detenerse en las etiquetas que dicen “Made In Brazil”: ¿no es posible evaluar a partir de ellas las relaciones comerciales con el país vecino?

Estos ejemplos dejan ver que el repasador puede ser un objeto privilegiado de indagación histórica, porque articula ciertos vínculos sociales que llegan, en última instancia, a los cambios económicos y políticos de las últimas décadas. 


20 de junio de 1820 - Día de la Bandera

En 1812, la política exterior del Primer Triunvirato se basaba en sostener que el objetivo de la Revolución de Mayo era preservar estos territorios para Fernando VII, que seguía cautivo de Napoleón, pero muchos, como Manuel Belgrano pensaban que ya era tiempo de pensar en la Independencia.



A fines de 1811, aumentaron los ataques españoles contra las costas del Paraná ordenadas por el gobernador español de Montevideo, Pascual Vigodet. Frente a esto el Triunvirato encargó el 24 de enero de 1812 a Manuel Belgrano partir hacia Rosario con un cuerpo de ejército. El general Belgrano logró controlar las agresiones españolas e instalar una batería (una especie de fuerte militar) en las barrancas del Paraná, a la que llamó Libertad. A Belgrano le pareció absurdo que sus soldados siguieran usando distintivos españoles por lo que solicitó y obtuvo permiso para que sus soldados usaran una escarapela. Por decreto del 18 de febrero de 1812, el Triunvirato creaba, según el diseño propuesto por Belgrano, una "escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata de dos colores, blanco y azul celeste, quedando abolida la roja con que antiguamente se distinguían".


Manuel Belgrano no estaba sólo en sus ideales independentistas. Así pensaba por aquel entonces Bernardo de Monteagudo, líder de la Sociedad Patriótica y futuro secretario de San Martín: "Sería un insulto a la dignidad del pueblo americano, el probar que debemos ser independientes: este es un principio sancionado por la naturaleza, y reconocido solemnemente por el gen consejo de las naciones imparciales. El único problema que ahora se ventila es, si convenga declararnos independientes, es decir, si convenga declarar que estamos en la justa posesión de nuestros derechos. Antes de todo es preciso suponer, que esta declaración sea cual fuese el modo y las circunstancias en que se haga, jamás puede ser contraria a derecho, porque no hace sino expresar el mismo en que se funda. Bernardo de Monteagudo, Mártir o Libre, domingo 29 de marzo de 1812.

                                                  La creación de la  bandera 

Manuel Belgrano seguía empeñado en avanzar en el camino hacia la libertad. El 27 de febrero de 1812,   inauguró una nueva batería, a la que llamó Independencia. Allí hizo formar a sus tropas frente a una bandera que había cosido doña María Catalina Echeverría, una vecina de Rosario. La bandera tenía los colores de la escarapela y su creador ordenó a sus oficiales y soldados jurarle fidelidad diciendo "Juremos vencer a los enemigos interiores y exteriores, y la América del Sur será el templo de la Independencia y de la Libertad.".
 
Al enterarse el Triunvirato de la decisión de Belgrano de crear una bandera propia, reaccionó inmediatamente: "El gobierno deja a la prudencia de V.S. mismo la reparación de tamaño desorden (la jura de la bandera), pero debe prevenirle que ésta será la última vez que sacrificará hasta tan alto punto los respetos de su autoridad y los intereses de la nación que preside y forma, los que jamás podrán estar en oposición a la uniformidad y orden. V.S. a vuelta de correo dará cuenta exacta de lo que haya hecho en cumplimiento de esta superior resolución".


Pero Manuel Belgrano no llegó a enterarse de esta resolución hasta varios meses después de emitida y siguió usando la bandera nacional que fue bendecida el 25 de mayo de 1812 en la Catedral de Jujuy por el sacerdote Juan Ignacio Gorriti.
En julio recibió finalmente la intimación del Triunvirato y contestó admitiendo que en dos oportunidades había izado la bandera para "exigir a V.E. la declaración respectiva en mi deseo de que estas provincias se cuenten como una de las naciones libres del globo". Concluye la carta indignado diciendo que destruirá la bandera: "La desharé para que no haya ni memoria de ella. Si acaso me preguntan responderé que se reserva para el día de una gran victoria y como está muy lejos, todos la habrán olvidado".

                                                           Juramento de  la bandera 
En octubre de 1812 caía el Primer Triunvirato y las cosas comenzaban a cambiar. El Segundo Triunvirato, bajo la influencia de la Logia Lautaro creada por San Martín y la Sociedad Patriótica dirigida por Bernardo de Monteagudo, dio un nuevo impulso a la guerra revolucionaria, avaló lo actuado por Manuel Belgrano y éste pudo hacer jurar la bandera por sus tropas a orillas del río Pasaje, que desde entonces se llama Juramento.
Hasta llegar a ser como la conocemos hoy, la bandera nacional sufrió cambios de colores, de formas, leyes, y decretos.

                                               Los colores de la enseña patria

Hay muchas teorías sobre las fuentes de inspiración para la creación de la escarapela de la que derivan los colores de la bandera. Mirándolo con atención, todas las teorías tienen una relación entre sí. Los colores del cielo fueron tomados para representar el manto de la Inmaculada Concepción. Estos colores, a su vez fueron elegidos por la dinastía de los Borbones para la condecoración más importante que otorgaban: la Orden de Carlos III, celeste, blanca y celeste, y de allí surgió el color del penacho de los patricios y, seguramente, la escarapela.

El Congreso de Tucumán se encargó de desagraviar a Manuel Belgrano de aquel famoso reto del Triunvirato reivindicando su actuación patriótica y ratificando la bandera "celeste y blanca que se ha usado hasta el presente y se usará en lo sucesivo" como símbolo nacional. Durante la época de Rosas, sus partidarios se identificaban con el color rojo, mientras que sus opositores unitarios lo hacían con el celeste. Para evitar confusiones, Juan Manuel de Rosas mandó oscurecer la bandera que pasó a ser azul, blanca y azul, con cuatro gorros frigios, uno en cada ángulo.
 
Tras la caída de Rosas en 1852, la bandera vuelve a ser celeste, blanca y celeste. Hasta que Sarmiento lo autorizó en 1869, estaba prohibido embanderar casas y edificios en las fechas patrias. Pero el presidente Roca en 1884 volvió a limitar su uso a las reparticiones oficiales como escuelas, cuarteles y barcos. Y aunque parezca mentira, se siguió discutiendo si debía ser azul y blanca o celeste y blanca hasta que en 1944 el presidente Farrell estableció por decreto que: "La bandera oficial de la Nación es la bandera con sol. 

Los colores están distribuidos en tres franjas horizontales celeste, blanca y celeste. El sol, con los treinta y dos rayos flamígeros y rectos, será del color amarillo del oro". Esta bandera fue durante mucho tiempo la bandera llamada "de guerra" y quedó reservada a los actos oficiales. Finalmente, en 1985, durante la presidencia del Dr. Raúl Alfonsín se autorizó a todos los argentinos a usar la bandera con el sol en el centro.


                                                El Monumento a la Bandera
El proyecto se originó el 3 de mayo de 1898, cuando el Concejo Deliberante de la Ciudad de Rosario aprobó una ordenanza para levantar un monumento en homenaje a nuestra bandera y a su creador, justamente en el lugar donde Manuel Belgrano la hizo flamear por primera vez. El poder ejecutivo Nacional, por Ley del 30 de septiembre de 1903, se hizo cargo de las obras. Pero recién en 1943 comenzó la construcción a cargo del arquitecto Ángel Guido y los escultores Alfredo Bigatti y José Fioravanti. Fue inaugurado el 20 de junio de 1957.

                                                            La conmemoración 
El 20 de junio de 1820 moría en Buenos Aires Manuel Belgrano en la pobreza extrema, asolado por la guerra civil. Además de ser el creador de la bandera,Manuel  Belgrano fue uno de los más notables economistas argentinos, precursor del periodismo nacional, impulsor de la educación popular, la industria nacional y la justicia social, entre otras muchas cosas. Las ideas innovadoras de Manuel Belgrano quedarán reflejadas en sus informes anuales del Consulado. Hemos elegido para recordarlo en esta fecha una de sus preocupaciones centrales en materia económica: el fomento de la agricultura y de la industria.
                                                            El Hombre y su trayectoria
Manuel Belgrano desconfiaba de la riqueza fácil que prometía la ganadería porque daba trabajo a muy poca gente, no desarrollaba la inventiva, desalentaba el crecimiento de la población y concentraba la riqueza en pocas manos. Su obsesión era el fomento de la agricultura y la industria.
El secretario del Consulado proponía proteger mediante la subvención las artesanías e industrias locales. Consideraba que “la importación de mercancías que impiden el consumo de las del país o que perjudican al progreso de sus manufacturas, lleva tras sí necesariamente la ruina de una nación”. En Memoria al Consulado 1802 presentó todo un alegato industrialista: “Todas las naciones cultas se esmeran en que sus materias primas no salgan de sus estados a manufacturarse, y todo su empeño es conseguir, no sólo darles nueva forma, sino aun atraer las del extranjero para ejecutar lo mismo. Y después venderlas”. Y más tarde insistiría: “Ni la agricultura ni el comercio serían casi en ningún caso suficientes a establecer la felicidad de un pueblo si no entrase a su socorro la oficiosa industria”.
Las ideas innovadoras de Manuel Belgrano encontraron la firme oposición de los miembros del Consulado, quienes eran a su juicio “todos comerciantes españoles, exceptuando uno que otro, que nada sabían más que su comercio monopolista, a saber: comprar por cuatro para vender con toda seguridad a ocho”.

En un artículo aparecido en el Correo de Comercio, Belgrano destacaba la imperiosa necesidad de formar un sólido mercado interno, necesario para una distribución equitativa de la riqueza: “El amor a la patria y nuestras obligaciones exigen de nosotros que dirijamos nuestros cuidados y erogaciones a los objetos importantes de la agricultura e industria por medio del comercio interno para enriquecerse, enriqueciendo a la patria porque mal puede ésta salir del estado de miseria si no se da valor a los objetos de cambio… Sólo el comercio interno es capaz de proporcionar ese valor a los predichos objetos, aumentando los capitales y con ellos el fondo de la Nación porque buscando y facilitando los medios de darles consumo, los mantiene en un precio ventajoso, tanto para el creado como para el consumidor, de lo que resulta el aumento de los trabajos útiles, en seguida la abundancia, la comodidad y la población como una consecuencia forzosa”.


Belgrano se había formado en el Colegio de San Carlos y luego en las Universidades de Salamanca y Valladolid, en España. En 1794, asumió como primer secretario del recientemente creado Consulado, desde donde se propuso fomentar la educación. Creó Escuelas de Dibujo, de Matemáticas y Náutica. Se incorporó a las milicias criollas para defender la ciudad durante las invasiones inglesas y fue uno de los más fervorosos defensores de la causa patriota durante la Revolución de Mayo. Fue vocal de la Primera Junta de Gobierno, encabezó la expedición al Paraguay, durante la cual creó la bandera, el 27 de febrero de 1812. En el Norte encabezó el heroico éxodo del pueblo jujeño y logró las grandes victorias de Tucumán, Salta y Las Piedras. Luego vendrían las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma y su retiro del ejército del Norte. En 1816 participó activamente en el Congreso de Tucumán.

Sus incansables preocupaciones abarcaron desde la enseñanza estatal gratuita y obligatoria, hasta la reforma agraria. Infatigable ante los obstáculos encontrados a su paso diría: “Mi ánimo se abatió, y conocí que nada se haría a favor de las provincias por unos hombres que por sus intereses particulares posponían el bien común. Sin embargo, (…) me propuse echar las semillas que algún día fuesen capaces de dar frutos”.

                                                                   El prócer
Manuel Belgrano nació en Buenos Aires el 3 de junio de 1770. El joven Belgrano estudió en el Colegio de San Carlos y luego en las Universidades de Salamanca y Valladolid (España). En 1793 Belgrano se recibió de abogado y ese mismo año, ya en Buenos Aires, fué designado a los 23 años como primer secretario del Consulado. Desde allí se propuso fomentar la educación y capacitar a la gente para que aprendiera oficios y pudiera aplicarlos en beneficio del país. Creó escuelas de Dibujo, de Matemáticas y Náutica. En 1806 durante las invasiones inglesas, se incorporó a las milicias criollas para defender la ciudad. A partir de entonces, compartirá su pasión por la política y la economía con una carrera militar que no lo entusiasmaba demasiado. Pensaba que podía ser más útil aplicando sus amplios conocimientos económicos y políticos. Cumplió un rol protagónico en la Revolución de Mayo y fue nombrado vocal. Se le encomendó la expedición al Paraguay. En su transcurso creó la bandera el 27 de febrero de 1812. En el Norte encabezó el heroico éxodo del pueblo jujeño y logró las grandes victorias de Tucumán (24-9-1812) y Salta (20-2-1813). Luego vendrán las derrotas de Vilcapugio (1-10-1813) y Ayohuma (14-11-1813) y su retiro del Ejército del Norte. En 1816 participará activamente en el Congreso de Tucumán.

Como premio por los triunfos de Tucumán y Salta, la Asamblea del Año XIII le otorgó a Belgrano 40.000 pesos oro. Don Manuel lo destinará a la construcción de cuatro escuelas públicas ubicadas en Tarija, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero. Manuel Belgrano redactó además un moderno reglamento para estas escuelas que decía, por ejemplo, en su artículo primero que el maestro de escuela debe ser bien remunerado por ser su tarea de las más importantes de las que se puedan ejercer. Pero lamentablemente, el dinero donado por Manuel Belgrano fue destinado por el Triunvirato y los gobiernos sucesivos a otras cosas y las escuelas nunca se construyeron.

Manuel Belgrano murió en la pobreza total el 20 de junio de 1820 en una Buenos Aires asolada por la guerra civil que llegó a tener ese día tres gobernadores distintos. Sólo un diario, El Despertador Teofilantrópico se ocupó de la muerte de Belgrano. Para los demás no fue noticia.


Autor: Adaptación para El Historiador del libro de Felipe Pigna Los Mitos de la Historia Argentina, Buenos Aires, Norma. 2004.