Buona Befana


La Befana es un personaje añadido a la cultura italiana, pero esta leyenda se refleja en las tradiciones pre-cristianas, holandesas o alemánas.
La historia del nacimiento de la Epifanía tiene su origen en una matriz cultural de las supersticiones paganas y mágicas historias.

La Befana es un personaje que ha tomado ideas de diversas leyendas culturales y transposiciones; en un principio, en la época romana politeísta, la gente adoraba a Diana, la diosa de la caza y la fertilidad en las noches, quien se paseaba, con un grupo grande de mujeres, sobre los campos, sólo para que sea fértil y fecunda, la nueva cosecha.


A través de los siglos, la derivación pagana dio paso a las interpretaciones cristianas, que remitían, a la persecución de las brujas medievales y un fervor religioso. Y es aquí que la primera reunión de las culturas, la hermosa Diana se convierte en una mujer fea.

 La combinación pagana y cristiana, generar una figura de una mujer, una parte de la Diana y otra de la bruja. Este rito, fue adoptado más tarde por la iglesia y es aquí donde la hermosa leyenda de la Befana.

Se dice que los Reyes Magos en su camino a Belén habían solicitado información sobre el camino a un viejo, y había insistido en que ella se fue con ellos para llevar regalos al Salvador. La anciana se negó, pero poco después, se arrepintió, se preparó una canasta de dulces y fue en busca de los Reyes Magos y el Niño Jesús. Al no encontrar el camino, golpeo cada puerta y le dio dulces a los niños con la esperanza que perdonaran su falta.

Con la mediación de la Epifanía, el cristianismo se convierte así en una especie de bruja, vestida de harapos, feo y volando por encima de los tejados con una escoba, y por lo tanto tiene un lado malo que lo hace un personaje muy fascinante.

La Befana Trullalla'

Gianni Morandi



La Befana vien di notte

con le scarpe tutte rotte,

con la calza appesa al collo,

col carbone, col ferro e l’ottone.

Sulla scopa per volare.

Lei viene dal mare.

Lei viene dal mare.



E la neve scendera’

sui deserti del Maragia’,

dall’Alaska al Canada’.

E partire lei dovra’

e cantando partira’

da ciociara si vestira’,

con il sacco arrivera’,

la bufera vincera’.

E cantando trullala’,

la Befana arrivera’.

Trulalla’ Trullala’ Trullala’.



Un bambino, grande come un topolino,

si è infilato nel camino,

per guardarla da vicino.

Quando arriva la Befana

senza denti

salta, balla, beve il vino.

Poi di nascosto s’ allontana

con la notte appiccicata alla sottana.



E un vento caldo soffiera’

sui deserti del Maragia’,

dall’Alaska al Canada’.

Solo una stella brillera’

e seguirla lei dovra’,

per volare verso il nord

e la strada è lunga

ma la bufera vincera’.

E cantando Trullala’,

la Befana se ne va.

E cantando Trullala’

Truallalero Trullala’

Trullala’ Trullala’ Trullala’