ADICCIONES

Foto de: http://www.revistawatt.com.ar/ 2009-08-03 ADICCIONES

Fantasía o realidad


El consumo de drogas, dicen los expertos, obedece a múltiples factores, tanto sociales, psicológicos, biológicos y genéticos, donde las afecciones personales de quien las consume se manifiestan en un deterioro en la calidad de vida; existiendo en esta problemática todo un proceso psicológico que inicia con la negación de esta, con la idea de no ser un adicto, de no aceptar que se tiene una necesidad de consumir determinada sustancia, la cual no puede posponerse y, contrariamente, se vuelve más recurrente y con mayor cantidad. Esta situación se agrava cuando el sujeto pierde el control de la voluntad y, con ello, los impulsos, los cuales lo exponen a realizar acciones que ponen en riesgo su integridad y bienestar, así como de quienes lo rodean; también llegan a presentar conductas ilícitas o antisociales.

Creemos firmemente que el problema de adicciones es un tema relacionado con la salud; tal vez habría que pensarlo como un problema social; es decir, una patología social y la persona dependiente requiere asistencia en ámbitos especializados. Pero también debemos subrayar que la liberación del consumo de las sustancias ilegales no ayudará a disminuir los excesos propios del consumo de las mismas. Desde hace años, circulan discursos que categorizan las adicciones como un problema de los jóvenes, afirmación que se sustenta dado que la adolescencia es la etapa de la vida de mayor vulnerabilidad de una persona, por las propias transformaciones biológicas, psicológicas y sociales que en ella se producen.

El eje del problema no son las sustancias, sino qué le pasa a ese joven que no puede encontrar otras formas de elaborar y resolver los conflictos y procesos que está atravesando. Hay que dilucidar para qué le sirve la droga y por qué no puede encontrar otra manera de encarar los obstáculos que se le presentan.

Los padres de púberes y jóvenes a menudo preguntan cómo saber si su hijo "se droga", la respuesta no es sencilla; pero, sin duda, una de las maneras es escuchándolo. Los adolescentes (y no sólo ellos) pueden hablar mejor sobre cualquier tema con quienes "saben" escuchar; cuando se juzga, se aconseja o sermonea en exceso, se critica, se ridiculiza, no se toman en cuenta o se toman a la ligera sus opiniones o existen grandes contradicciones entre lo que se dice y hace, se están colocando obstáculos en el vínculo con los hijos. "Escuchar" no se trata sólo de no interrumpir mientras el otro habla, sino de tratar de comprender lo que nos dice y lo que quiere decirnos.

Son estrategias de prevención: Generar espacios de comunicación donde la expresión de sus opiniones y manifestaciones sean valoradas; evitar comparaciones entre sus resultados y los de los demás; disponer normas y límites claros y coherentes; facilitar la inclusión en actividades que permitan construir vínculos y pertenencias; alentar la inserción en espacios que permitan el despliegue de la creatividad y el desarrollo de capacidades y destrezas, etc.

Está claro que no existen políticas preventivas consensuadas y duraderas, y por ello entendemos que debemos establecer las estrategias y acciones locales, que producirán mayor incidencia en las personas y su entorno; en las políticas de prevención de las adicciones, debemos planificar e incrementar cualitativa y cuantitativamente los programas preventivos que fortalezcan los factores de protección de la comunidad, estableciendo como concepción pensar más en el sujeto y no tanto en el objeto.

Este proceso preventivo debe poner el acento en las dificultades de las personas, que deben convertirse en el eje central para ayudarlas en el abandono de comportamientos adictivos.

Hernán H. Herbalejo
Profesor en Ciencias Políticas
(hernan.iw@gmail.com)Ingeniero White


Publicado en La Nueva Provincia - Lunes 21 de diciembre de 2009

El Profesor Hernán Horacio Herbalejo Tortosa es integrante del Centro Pugliese de Bahía Blanca y Región, se desempeña como docente en escuelas de Bahía Blanca.

Las “Pettole”, Sabrosas Frituras Típicas De Navidad


Entre las delicias de la cocina pugliese se encuentran las pettole, fantásticas piezas de masa frita, suave y esponjosa, de sabor salado o dulce. No existe pueblo en Puglia, donde en ocasión de las fiestas navideñas no se preparen las pettole. Si bien el nombre que se ha generalizado es “pettole”, en la ciudad de Bari se llaman “popizze”, pero en la provincia “pettue” o directamente “pettole” como también se las llama en Foggia, en Brindisi “pettuli” y en Lecce “pittule”. Se pueden comer al natural, o con distintos rellenos salados o dulces (anchoas, bacalao, tomates secos, alcaparras, cebollas, aceitunas, y entre los dulces ricota con ralladura de limón y canela o mermelada) distintas cubiertas como por ejemplo azúcar espolvoreada, rociadas con miel o con vincotto de higos.

Los ingredientes para hacer las péttole, para cuatro personas son:


• 500 gramos de harina de trigo• Medio sobre de levadura de cerveza• Aceite de oliva• Sal

Para su preparación habrá que seguir los siguientes pasos:

1. Primeramente pondremos en un recipiente bastante grande, dos vasos y medio de agua tibia, la sal y la levadura que habremos diluido un poco antes con agua tibia también. Mezclamos todo bien.
2. A continuación, incorporamos poco a poco la harina amalgamándola con las manos constantemente.



3. Trabajarla por largo tiempo hasta obtener una preparación semilíquida adicionando, si es necesario, más agua tibia.
4. Cuando hayamos obtenido una masa suave, la dejaremos reposar para que fermente, durante dos horas aproximadamente en un lugar caliente, no frío.




5. Una vez dejado reposar, tomamos un poco de la pasta con una cuchara o puñados con la mano mojada en agua tibia y la freímos en aceite caliente. Al freír la llama debe estar alta para que se doren rápido y no se empapen de aceite.


6. Finalmente, cuando los buñuelos estén dorados, los retiramos y los colocamos sobre papel absorbente para quitar todo el aceite posible y servimos. Se recomienda servirlos calientes, ya sea al natural o servirlos dulces: para ello solo hace falta espolvorear azúcar, miel o vincotto por encima.


La tradición cuenta que antes de comerlas se debe rezar un Padre Nuestro y este tipo de norma se sigue respetando, incluso en las familias no muy religiosas.
Existen varias leyendas sobre el origen de las Pettole. Su nombre proviene casi seguramente del latín “pitta” que significa pequeña focaccia.
Una de estas leyendas narra que en el medioevo, en la ciudad vieja de Taranto, el día de Santa Cecilia, una humilde mujer, madre de familia, se levantó como siempre a preparar la masa para el pan. Mientras la masa fermentada escuchó un sonido de “ciaramelle” (gaitas), se asomó a la ventana y vio que venían los “zampognari” (gaiteros) tocando unas alegres marchas navideñas. Hipnotizada por la melodía comenzó a seguir a los zampognari por las calles de la ciudad. Llevada por el entusiasmo general, olvidó la masa en preparación.




Cuando regresó a su casa se dio cuenta de que la masa había fermentado demasiado y no podría utilizarla para el pan, entretanto, sus hijos se habían despertado y exigían su desayuno. Sin quedar atrapada en la desesperación, calentó el aceite y se puso a freír los trozos de masa hinchada en el aceite, obteniendo unas bolas fritas, bien doradas, que gustaron mucho a sus hijos. Los pequeños, curiosos preguntaron: "Pero, cómo se llaman?" - Y ella pensó que se parecían a la focaccia respondió en dialecto: "pettel '" (es decir, pequeñas focaccias).
Todavía no satisfechos con la respuesta los hijos preguntaron: "E 'cce sont?" – y ella viendo que eran muy blandas respondió: "l' cuscin' du Bambinell" (la almohada del Niño Jesús).

Cuando terminó de freír toda la masa, salió a la calle con sus hijos, feliz y satisfecha, para ofrecer las pettole a los zampognari que con la melodía de su pastoral hicieron posible este milagro.



La leyenda refleja la realidad de los pobres, gente sencilla que prepara una sabrosa y nutritiva comida con los productos de que dispone. La masa se prepara en el “limmù”(un recipiente grande de barro, vidriado en el interior). Terminado el amasado, se pone levar la masa, se cubre el “limmu” con una manta de lana en un lugar cálido, por lo general cerca de la chimenea, protegida de las corrientes de aire que atrasan el proceso de fermentación, que es crucial para el éxito de las pettole. De estricta competencia de abuelas, madres y tías, la preparación de las pettole, representa antes de las fiestas, un momento de interesante participación y acercamiento a las hornallas.

Las cartellate o carteddàte


Las “cartellate” son unas masas dulces, crocantes, tradicionales de Puglia para el periodo de la Navidad, se preparan con algunos días de anticipación, listas para ofrecerlas en cualquier momento en familia u obsequiarlas a parientes, vecinos y amigos. No existe acuerdo en cuanto a la etimología de su nombre, Giacomo Saracino, en su “Lessico Dialettale Bitontino”, Impresión de la Escuela Salesiana Orfanato, Bari, 1957, escribió que el nombre derivaría probablemente de la palabra griega “Kártallos” que significa canasta o cesta por su forma original. Una opinión similar es la de Tommaso Nobile, en su “Dizionario del Dialetto Ostunese”, Mario Congedo Editore, Galatina, 1999. En la imaginación popular de la Puglia “las cartellate” simbolizan las sábanas del Niño Jesús, en el pesebre.
En muchos pueblos de Puglia se las llama en los distintos dialectos, de la siguiente manera:
Ngartëddètë (Adelfia, Putignano); Cartddêt (Alberobello); Carteddàte (Bari y en muchosi pueblos de la provincia ); Carteddéte (Barletta); Cartiddate (Bisceglie); Carteddèute (Bitonto, Palese-Bari); Ncartiddati (Brindisi y Mesagne); Carteddéte (Capurso); Scartagghjòte (Castellana Grotte); Cartellate (Foggia); Carteddête (Grumo Appula); Cartiddàte (Leporano); 'Ncarteddète ( Locorotondo ); Cartilléte ( Manfredonia ); Carteddète (Martina Franca, Massafra ); Carteddate ( Modugno ); Carteddate (Molfetta); Carteddate (Palo del Colle); Cartelléte (Polignano); Karteddóte (Ruvo); Carteddate (Taranto); Carteddate (Trani); Cartiddate (Salento); Mevl (en los pueblos del Apenino Dauno).
Fuente: www.dondialetto.it/bari/

RECETA
INGREDIENTES

(dosis para 8 personas): 1 kilo de harina 000, 1 dl de aceite de oliva extra virgen (1 decilitro =100 mililitros), 2 dl de vino blanco seco(2 decilitro =200 mililitros), levadura 10 gramos, agua tibia, sal, azúcar. Aceite para freír, 'vino cotto' de uva o de higos. En su defecto miel pura. Canela en polvo, Confitines multicolores, Azúcar impalpable.

PREPARACIÓN

Preparar la masa colocando los 1000 gramos de harina sobre la tabla, en el centro, ahuecarla, y verter dentro del hueco 100 mililitros de aceite, la levadura disuelta en agua tibia y ligeramente salada, dos vasos de vino blanco seco (200 ml). Trabajar la masa con cuidado (aproximadamente 10 minutos), ir agregando la cantidad necesaria de agua tibia hasta obtener una pasta sin grumos y con una cierta consistencia. Cubrir la masa con una servilleta y dejar durante una hora en un lugar fresco.

Después de este tiempo, cortar en bollos, estirar la masa con un rodillo, para la obtención de una lámina de masa fina y cortar con un corta pasta con rueda a zigzag, tiras de aproximadamente 3 / 4 centímetros de ancho por 30 de longitud.


Doblar las tiras por la mitad longitudinalmente, y con los dedos comprimir la tira cada 3 centímetros para unir ambos lados doblados, a continuación, enrollar en una espiral con el fin de obtener la forma de rosas.

Las cartellate crudas se dejan descansar sobre una mesa cubierta por un lienzo enharinado para que se sequen.


Freír, entonces, las rosas en abundante aceite y cuando estén doradas y crujientes sacarlas y dejarlas que drenen bien el aceite sobre hojas de papel absorbente.


Por otra parte, en una sartén con los bordes un poco altos, derretir la miel a fuego lento, recordar que no debe hervir, y mezclar la miel con agua previamente azucarada para hacer la mezcla bien fluida (aproximadamente por cada 500 gramos de miel, son suficientes 200 gramos de agua azucarada). Cuando la mezcla esté fluida en el punto correcto, apagar el gas y comenzar a sumergir una por vez las cartellate, dándolas vuelta para que se impregnen bien de miel. Sacarlas y colocarlas en un plato, espolvorear con azúcar en polvo, canela en polvo y pequeños confites multicolores.



También una vez impregnadas en la reducción de miel con agua azucarada, se pueden espolvorear con almendras trituradas.


Otra variante es con vincotto.


Poner abundante vino cotto en una cacerola y calentarlo a unos 60/70 ºC.. Sumergir en él cada rosa, escurrirla y acomodar en una fuente con bordes. Dejarlas enfriar.




Se pueden preparar unos días antes de navidad, también se pueden preparar en dos tiempos: un día se fríen y otro se impregnan con la miel o el vino cotto.


El vino cotto

Sustituto de la miel que se prepara con uvas o con higos.

'Vino cotto' de uva

Puede obtenerse de la primera colada del mosto, o de uva blanca o negra, y necesariamente dulce. En este caso se exprimen los racimos y se filtra el jugo a través de un lienzo blanco, haciéndolo caer en un recipiente que no sea de aluminio. Se lleva a ebullición lenta durante varias horas, mezclando a cada tanto con una cuchara de madera hasta que se espese como si fuera miel caliente líquida. Se conserva en frasco por mucho tiempo. Rinde un 20% del peso de la uva.


'Vino cotto' de higos


Se emplean higos maduros a punto, blanco o negros, y muy dulces. Se lavan bien, se ponen en una olla grande esmaltada o de acero, cubiertos de agua, y puesto a cocinar lentamente durante varias horas, mezclando a cada tanto con una cuchara de madera. Están listo cuando toda el agua es absorbida y los higos desechos. En otro recipiente acomodar un colador con un lienzo y trasvasar los higos con su jugo y pisándolos dejar filtrar todo lo que se puede. Reponer al fuego y dejar cocinar siempre suavemente hasta lograr la densidad de la miel líquida y caliente.





Una dulzura all'uso nostro

Donato de Santis heredó la receta de su abuela.
Las cartellate son unas masitas crocantes tradicionales de la Puglia, al sur de Italia. Allá, para las Fiestas, las prepara la “Mamma” de Donato, como todas las mujeres de la zona. La masa es muy perfumada porque se prepara con vino cotto (vino cocido).


“¿Quieren la receta?

La masa lleva:

Harina 0000 tamizada 700 GRAMOS; manteca o grasa de cerdo 100 GRAMOS;
huevos 2; azúcar. 80 GRAMOS; sal (diluida en 1 pocillo de agua tibia) 1 pizca;
aceite o grasa de cerdo para fritura profunda; vino blanco 250 centímetros cúbicos, aproximadamente; vino cotto (o miel apenas diluida con agua) 2 tazas; almendras y nueces tostadas y molidas, chocolate rallado y azúcar opcional, para decorar.

Cómo se hacen:

Hacer un volcán con la harina y poner en el centro la manteca o grasa, los huevos, el azúcar y la sal disuelta en agua tibia. Amasar sumando el vino (cantidad necesaria para unir la masa) hasta obtener un bollo bien liso.
Dejar descansar 30 minutos. Estirar la masa con palote de 1 milímetro de espesor. Cortar tiras de 3 a 4 cm de ancho y 40 o 50 de largo. Pincharlas cada 3 cm, enrollarlas sobre sí mismas (como tirabuzón) y, luego, formar roscas. Dejarlas secar, tapadas con un paño, 5 o 6 horas. Freírlas en abundante aceite o grasa y escurrirlas. Sumergirlas unos segundos en vino cotto tibio (o miel tibia diluida) y dejarlas escurrir. Decorar con las almendras, el chocolate, nueces y azúcar. Distribuir a gusto las frutas secas y ¡ a disfrutar !"

LA NAVIDAD Y SUS TRADICIONES EN PUGLIA, en los recuerdos de un pugliese


El relato de un pesebrista de fama internacional, Vito Erriquez, nativo de Foggia pero viviendo lejos de su tierra: en su relato se toman muchos aspectos ligados a las fiestas navideñas que lamentablemente, se están perdiendo en el tiempo. El relato presenta todos los matices y las emociones que se vivían en esos días:
La Navidad es una ocasión de paz, de amor y de serenidad. Cuando el ambiente navideño se apodera de nosotros, nos vienen a la mente recuerdos de una infancia feliz y despreocupada. Estábamos en la post-guerra y no había el bienestar que existe en la actualidad. Las familias eran de tipo patriarcal, incluían a los abuelos, padres e hijos. Entonces no había televisión y cuando empezaba a oscurecer todos los niños, estábamos en casa. Las tardes se dedicaban a completar las tareas escolares o charlar con los padres y abuelos, todos reunidos alrededor del brasero de cobre para mantener el calor. Del brasero lleno de carbón, cada tanto emanaba un perfume debido a las cáscaras de naranja y mandarina que se ponían sobre las brasas para purificar el aire. Cuando hablo de Puglia me refiero a Foggia, donde nací.

En esta ciudad, la atmósfera de la fiesta comenzaba a sentirse ya desde el 13 de diciembre, para la tradicional hoguera que se encendía en cada esquina en honor de la Santa de la Luz. Es el día de la fiesta de Santa Lucia que en los países nórdicos preanuncia la llegada de los meses de luz. Enormes pilas de leña eran quemadas al llegar la noche. El propósito de estos incendios es supersticioso y se utilizaban para protegerse de las enfermedades y los problemas que afectaban a la población. En cualquier iglesia ya se podía escuchar la "pastorale", de San Alfonso María de Ligorio tocada en el órgano. También era una costumbre particular aquella de enviar a los amigos y parientes en señal de buena voluntad y amistad, la “pagnotella de Santa Lucia”, que era devuelta al remitente el año siguiente. Mientras tanto, en las calles se comenzaban a ver signos de la celebración: los gaiteros, partidos desde el Abruzzo tocaban en las esquinas seguidos generalmente por un grupo de jóvenes festejantes. La pareja de gaiteros formada por un anciano que tocaba la gaita y un joven que voló el "chirimía" chirimía.


Después de Santa Lucía, tanto en las iglesias como en las casas comenzaban a construirse los pesebres. En mi caso desde niño el pesebre siempre ha tenido una fascinación y un encanto particular. Recuerdo la emoción y la ansiedad que me agarraba a finales de noviembre y comenzaba ya a contar los días que faltaban para la Navidad, para hacer el pesebre. La verdadera ejecución la realizaban mi padre y mi abuelo. Pasábamos la noche entera para diseñar y luego construir. Elegido el lugar donde hacerlo, se iniciaba clavando las tablas de fondo que sostenían la estructura que era hecha de trozos de maderas unidas con clavos. Realizado el esqueleto se pasaba a revestirlo con papel de embalaje, que era primero arrugado para dar la impresión de la rugosidad de la roca y luego pegado a la estructura. La escenografía consistía en montañas rocosas con barrancos y acantilados.

Se hacían también los caminos que descendían de las montañas hacia la gruta que, normalmente, se encontraba en el centro rodeada de tiendas recavadas en los flancos de la montaña. Para colorear se utilizaba un aerógrafo, o el rocío de émbolo del DDT. Los colores básicos eran polvos que se disolvían en agua: la sombra tostada y azul ultramar con unas gotas de la tierra roja de Sienna quemada. A continuación, se pasaba a las obras de ingeniería hidráulica: la construcción de una fuente o de una cascada, realizadas con agua real, que se hacía caer por gravedad a un recipiente (situado medio alto y detrás de las montañas) que era necesario llenar de vuelta en vuelta antes de que lleguen los invitados. Posteriormente, se conectaba el sistema eléctrico en la gruta y se colocaba una luz fija para iluminar la Natividad, que iba a permanecer hasta el día de la Epifanía. Por último, después del musgo, se colocaban las estatuas. La disposición de las figuras siempre causan algún problema, ya que, a pesar del cuidado con que habían sido guardadas el año anterior, siempre se encontraba alguna con un brazo o una pierna rota o que le faltaba la cabeza.

Enseguida se restauraban, y se pasaba después a los detalles: cerca de la gruta se ponía un estanque hecho con un trozo de espejo. A lado, se ponía un pescador con una caña de pescar, líneas de pesca a las que se ataba un pececillo. A un costado era colocada una lavandera lavando ropa. En los caminos de montaña se ponía a los Reyes Magos que cada día había que ir acercándolos a la Gruta. Sobre las laderas de las montañas, se establecían las casas con las ventanas iluminadas. La nieve del pesebre, era harina que, con la ayuda de mi hermana, yo podía sustraerle a mi madre que, en aquellos días, preparaba la masa para dulces de navidad. En las paredes del rincón donde era armado el pesebre se colocaba una lámina enorme en la que había pintado el cielo estrellado. Por último, pero no menos importante, clavábamos en el perímetro algunas ramas de pino en las que colgábamos frutas y algunos caramelos o chocolate. El día antes de Nochebuena, las calles y en los pasadizos se sentía el perfume y el aroma de las distintas casas.

Para las fiestas, las casas estaban atestadas de familiares que venían de lejos, a reunirse para pasar la Navidad. Para nosotros, los puglieses, el ritual de la Navidad se divide en dos partes: la culinaria y la religiosa. Para el ritual culinario, era tradicional en cada hogar, una gran comilona porque en una cultura popular, crecida en el hambre, se festejaba no sólo con el corazón, sino también con el estómago. Durante las festividades se seguían las antiguas recetas, lo que significa cocinar durante horas.


En el día de Nochebuena al mediodía, se cumplía con el ayunó, sólo roto por alguna “Pettola". Las pettole, cuyo amasijo debe descansar entre la medianoche y el amanecer, son una mezcla de harina, levadura, sal y agua tibia. Las bolas se fríen en aceite caliente. Algunas son completamente vacías, otras son rellenas con diferentes ingredientes como el tomate, alcaparras, peperoncino, aceitunas, alcauciles cocidos, bacalao. Se llegaba a la cena con un apetito bastante notable y la cena consistía en:


Linguine (Linguine o linguini es un tipo de pasta aplastada similar a los tallarines) con salsa de anguila o de Capitoni de los lagos Lesina o Varano; Capitone asado con hojas de laurel, cocidos a las brasas; Salmonete al horno; De bacalao frito y sazonado con aceite de oliva virgen extra y limón; Acompañamientos: brócoli y flor de nabos sazonados con aceite de oliva y limón, escarola, hinojo y el apio; Pan casero horneado en horno a leña; Vinos puglieses tintos, blancos y rosados dependiendo del menú; De fruta fresca de temporada: naranjas, mandarinas, peras, manzanas, melones amarillos y uvas; Frutos secos: nueces, maní, almendras, higos secos almendrados, castañas "del prete" (horneadas con cáscara entera) y los dátiles; "Rosoli", licor de fabricación casera al limón, al mandarino y el clásico nocino (licor de nuez). Panettone, pandoro y los productos industriales similares eran totalmente desconocidos y no estaban incluidos en nuestras mesas.
Por lo tanto, los dulces hechos en casa eran los siguientes: "Cartellate", que se obtienen con tiras de masa dulce (como la lasaña), que debe ser presionado entre el pulgar y el índice a intervalos iguales y se enrolla en forma de cesta. Se fríen y luego se condimentan con miel y con Vino cotto y se salpican con confitines plateados y coloreados, canela y cacao. Las "cartellate" simbolizan sábanas que cubren el Niño Jesús en el frío pesebre; "Mostaccioli” que simbolizan los dulces del bautismo de Jesús; "Calzoncelli”, pastelería rellena de mermelada y simbolizaba la almohada en la que el niño Jesús apoyaba su cabeza; "Castagnelle" es una amalgama de una pasta tierna de almendras de Puglia, del color y forma de las castañas;


"Mandorle atterrate" es una mezcla de almendras horneadas y luego se sumergen en el chocolate hirviente. Pero son comidas cuando la masa se ha enfriado; “Tarall neri ", masa con azúcar y vino cotto. En la cena de los adultos comían, bebían y charlaban, los niños a veces salteábamos varios platos porque no veíamos la hora que fueran servidos los dulces. Terminada la cena se levantaba la mesa y rápidamente se comenzaba a jugar a la lotería. Para el ritual religioso: otro momento muy esperado de la vigilia era representado en las familias tradicionales, la "procesión", encabezada por los niños, el más joven, mi hermana, llevaba el Niño Jesús, seguidos por los adultos en una fila, de acuerdo con el ritual cada uno con una vela y cantando la canción, "Tú desciendes de las estrellas." Después de la gira por las distintas habitaciones de la casa y cuando todos habían besado al niño, mi padre lo ponía en la Gruta y por un momento parecía que, rodeado por el cariño de la Virgen y San José, Jesús sonreía. Pronto tocarían las campanas para llamar a los fieles a la Misa. A la Misa de medianoche, por supuesto, iban sólo los adultos, mientras nosotros los niños íbamos a la cama y no podía dormir por la alegría que el día siguiente era Navidad y esperábamos que la fiesta de la Epifanía no llegara nunca, para no tener que desmontar el pesebre. En las calles, después de la salida de la Misa, el murmullo de la gente moría poco a poco hasta que el silencio de la noche se tragó todo.


El día de Navidad, los chicos salíamos más tarde y junto a la familia concurríamos a misa. En la iglesia, después del santo oficio, teníamos para ver el pesebre, era tan grande como para ocupar una capilla entera. Lógicamente, por mi culpa, fuimos los últimos en salir de la iglesia y tuvieron que literalmente arrastrarme fuera, de lo contrario nunca me habría desprendido del pesebre.
De vuelta a casa ya estaban en marcha preparativos para el almuerzo, que incluía:
"Tagliolini" (pasta hecha en casa, como el cabello de ángel) hervido en caldo de capón, condimentado con aceite de oliva y limón; "Agnello con le patate", carne de cordero con papas al horno;


Acompañamientos, fruta fresca, frutos secos, dulces, vino y licor, como en la nochebuena. Durante la cena de Navidad, los niños esperábamos ansiosos la oportunidad recitar de memoria los poemas aprendidos en la escuela para la ocasión, y poder ver el rostro de "sorpresa" de papá al descubrir las cartas a Papá Noel bajo su plato, cuidadosamente oculto con anterioridad por mamá. La tarde se pasaba charlando y jugando a la lotería. Estas eran las sanas tradiciones del pasado, cuando nos conformábamos con poco para ser felices. Ahora los tiempos han cambiado, pero espero que el amor por las cosas sencillas y auténticas, el respeto y el afecto por los padres y abuelos no cambien.
Vito Erriquez



Vito Erriquez: Foggiano, laureato in architettura, scomparso nel 2002, è considerato uno fra i maggiori presepisti italiano, di valore internazionale, scrittore di testi presepiali, pubblicazioni varie e collaboratore a diverse riviste d’arte.
Tomado de Presepisti foggiani
a cura di Alberto Mangano
http://www.manganofoggia.it/

Peschici, bella y romántica

Mapa del Gargano


Situada en una de las zonas más pintorescas de Puglia, sobre el promontorio del Gargano surge la espléndida ciudad de Peschici, abalconada sobre una pequeña bahía de ensueño.Parece que surgió alrededor del año mil fundada por Schiavoni o eslavos, enviados por el emperador Otón I para liberar al Gargano de los sarracenos. Su nombre está asociado a la raíz eslava “pèsc”, es decir arena, haciendo referencia a los bellísimos fondales de la bahía de Peschici.


Vista aérea

La ciudad sube desde el puerto a las fortificaciones del castillo de Suabia, que separa el casco antiguo de la parte moderna. Se desarrolla en la cima de un impresionante acantilado cársico que se eleva a más de un centenar de metros en el Adriático, con vistas a una hermosa bahía, una de las más bellas de Italia, con una ancha franja de arena. La visita al centro histórico permite admirar hermosos paisajes, un lugar único porque se puede ver el amanecer y el atardecer en el mar.

Tramonto

El final del siglo XIX y principios del XX estuvieron caracterizados por una gran miseria que llevó a muchos habitantes a elegir la vida de América, a la búsqueda de fortuna.Hoy Peschici es en cambio una localidad de veraneo que cada año acoge a millones de turistas, atraídos por la belleza de la bahía y del fascinante y característico centro histórico.


Playa

Pasear en el corazón de Peschici es internarse en una intrincada maraña de callejuelas, plazas escondidas, patios, escaleras empinadas y estrechas, arcos y por encima las casas blancas, típicas de la costa de Puglia, y la cúpula, techos distintivos de estilo árabe. Se pueden descubrir también las características murallas antiguas. Es muy hermosa la iglesia dedicada a San Elías, santo patrono, que liberó la ciudad de una invasión de langostas. Digno de especial atención es el complejo benedictino de Santa Maria de Kàlena.
A lo largo de la costa hay un sin fin de promontorios, grutas marinas y calas de gran belleza, a veces casi inaccesibles. Siguiendo hacia Vieste se encuentran las bahías de San Nicola, Manaccora y Calalunga, la playa Gustai y la Bahía del Turco, por nombrar unos pocos. Además de poder ver las antiguas torres de avistamiento edificadas por los españoles en el siglo XVI, se pueden ver los famosos trabucchi.


Costa
Peschici es parte del Parque Natural del Gargano, junto con las Islas Tremiti y otras ciudades del Gargano protegidas desde el punto de vista naturalista, porque representan un patrimonio inestimable, un complejo de montañas y mar, de bosques y acantilados que te dejan con la boca abierta. El visitante no se puede perder la Foresta Umbra, un tramo de diez mil hectáreas de bosque que tiene interesantes muestras de flora y fauna.
Peschici, realiza los festejos de San Elia, su santo patrono los días 19, 20 y 21 del mes de julio. El 21 de septiembre, en ocasión de la fiesta de San Mateo, se realiza una feria donde se pueden encontrar y degustar las especialidades de la zona.


Sant’Elia

MONUMENTOS DE PESCHICI


Abadía de Santa María de Kalena: Uno de los más importantes monumentos del Gargano, a 1.5 km desde el poblado sobre la carretera a Vieste, donde por largo tiempo residió una comunidad de monjes benedictinos. En su interior se encuentra, una interesante estatua de madera de la Virgen con el niño Jesús.




El Castillo: encierra entre los muros el Recinto Baronale, fue construido por los normandos en la segunda mitad del año mil, pero fue bajo Federico II que encontró nuevo esplendor, con la construcción de la torre, conocida como "Rocca Imperiale".

Castello

Centro histórico: El centro histórico es muy característico, hecho de escaleras y casas que degradan hacia el mar con un recorrido irregular. Il paese è ricco di botteghe e negozietti di ogni tipo, dove le locande, le taverne, e i ristorantini locali, inebriano l'aria con i profumi delle ricette del posto.



Centro Histórico

Iglesia de Nuestra Señora de Loreto: iglesia construida entre los siglos XVI y XVII en el lugar que en línea directa al mar, la Virgen se apareció a un grupo de marineros arrastrados por la tormenta. El grupo de pescadores después de ser salvados de la tempestad construyeron el pequeño Santuario de la Madonna di Loreto. Desde hace cientos de años, el lunes después de Pascua, se festeja la Madonna di Loreto. Desde muy temprano en la mañana, las campanas anuncian la festividad y, después de la Santa Misa, los Santos Matteo, Rocco, Michele, Elia, y la Madonna di Loreto, precedidos por las confraternidades del Purgatorio y del Sacramento, son llevados en procesión hacia la iglesia, distante a dos kilómetros.




Procesión de la Madonna di Loreto

Los Trabucchi: Sistema de pesca tradicional del Gargano septentrional, caracterizado por palos de madera clavados en las rocas y las cuerdas que sostienen una gran red que se baja en el agua, conocida como “trabocchetto”, en la que caen los peces. El Trabucco se compone de un piso de madera sobre la que se construye a menudo un pequeño cobertizo, a partir de largos brazos (también de madera), que a manera de guinches se utilizan para bajar o elevar la red. En el centro de la red, a veces, se ata como cebo, un pez de la especie de los que quieren pescar.


Trabucco

Estas ingeniosas máquinas de pesca (son un excelente ejemplo de bio-ingeniería o arquitectura orgánica), que se extienden en toda la belleza del azul del mar y caracterizan a la costa Peschiciana.En determinadas horas del día, la red se eleva por medio de tornos. Varias leyendas afirman que los Trabuchi ya se construían hace más de 200 años.



Trabucco

Peschici Le Baie e La Costa



Inmigrantes pugliesi procedentes PESCHICI (Provincia de FOGGIA), que se radicaron en la jurisdicción del Centro Pugliese de Bahía Blanca y Región:

CARUSO, DE NITTIS, MARTELLA y TAVAGLIONE.

Si conoce otros que no figuran en ésta lista, por favor informar a:
pugliesidibahia@hotmail.com