cisternino

Cisternino se encuentra en el Valle d'Itria, área localizada entre las provincias de Bari, Taranto y Brindisi. El centro poblado se encuentra entre olivos y almendros, sobre una colina a 314 m. sobre el nivel del mar, 50 km al noroeste de la ciudad de Brindisi.


Para algunos el nombre es el diminutivo de cisterna, pero según la tradición Cisternino es un epónimo de Sturnoi, compañero del héroe homérico Diomedes. Supuestamente al final de la Guerra de Troya fundó esta ciudad, que los romanos llamaron Sturninum. (Un epónimo es un nombre derivado del de una persona y que designa a un pueblo, lugar, concepto u objeto de cualquier clase)


Posiblemente destruida en 216 a. C., durante las incursiones de Aníbal en Puglia, la ciudad volvió a la vida en el siglo octavo, cuando un grupo de monjes Basilianos refugiados de Oriente encuentra las ruinas de un antiguo pueblo en este ámbito y decidieron construir una abadía griega ortodoxa en el mismo lugar, a la que llamaron San Nicolò cis-Sturninum, justo en el lugar donde hoy se encuentra la Iglesia Madre de San Nicola. Entorno a la abadía griega surgieron las primeras casas de agricultores, pastores y artesanos. Así se creo el poblado de Cisturninum. En la historia el nombre Cisternino es mencionado por primera vez en una bula papal del año 1180, que el Papa Alessandro III envió al obispo de Monopoli confirmando la pertenencia de Cisternino a ese obispado.


Los alrededores de Cisternino presentan un paisaje realmente hermoso, especialmente durante la floración de los almendros. Hay muchas granjas, con edificios de los siglos XVI a XVIII.A pocos kilómetros desde el centro habitado, se encuentra el famoso santuario de la Madonna d'Ibernia (Madonna de Bernis), del siglo XII, compuesto de dos núcleos distintos. Según una leyenda local el lugar donde se encuentra el santuario fue indicado por la misma virgen durante una aparición. Entre las fiestas tradicionales de Cisternino, se encuentra la Pasquetta, llamada en el dialecto de los habitantes “Pasquarèdde”, esta festividad que se desarrolla el lunes de Pascua, tiene lugar en el Santuario de la Madonna d'Ibernia, donde se regala a los niños el dulce típico “u churrüchele” (con forma de bolsa con dos huevos para los varones, con un huevo para las niñas). Dicen que el “u churrüchele”, trae prosperidad y fecundidad. Precisamente la Madonna d’Ibernia es la virgen de la vida, de la fertilidad y de la abundancia, el santuario es muy utilizado para celebrar matrimonios tal vez por los motivos indicados o bien por su ubicación en un lugar con una hermosa panorámica.


El verdadero encanto de éste sugerente pueblo se encuentra en los espacios interiores y exteriores, entre casas, calles y patios, resultado de soluciones arquitectónicas dictadas por la practicidad, y un sentido de vecindad, de comunidad. Es un clásico ejemplo de "arquitectura espontánea", no está diseñado por arquitectos siguiendo un plan preestablecido, sino más bien por las relaciones humanas que se establecen entre casas blancas y calles estrechas, patios pequeños y escaleras exteriores, arcos y balcones llenos de flores, espacios donde las personas puedan reunirse y relacionarse, espacios para compartir.


Entre los siglos XIX y XX, la ciudad comenzó a desarrollarse por fuera de las murallas. En el casco antiguo, se encuentran importantes edificios históricos como la torre y la iglesia en la plaza principal. La torre restaurada recientemente, fue construida en el siglo XI por los normandos, tiene 17 metros de altura y una estatua de San Nicolás dando bendiciones se sitúa en la parte superior.




También son dignos de visitar son: el Palacio Episcopal, construido en 1560, con una fachada renacentista que lleva los escudos de armas del obispo-barón, el Palacio del Gobernador (siglo XVI), cuenta con un frente elegante, con tres balcones y elementos decorativos renacentistas, las casas de las familias nobles Pepe y Cenci, la pequeña iglesia de Santa Lucía (siglo XVII) y, fuera de las murallas, la torre y Palazzo Amati, en la calle San Quirico, la Iglesia de San Cataldo, terminado en 1783 en el estilo barroco, con su hermosa fachada, y la Iglesia de San Quirico (patrono de la ciudad), construidas entre los siglos XVII y XVIII.



En cuanto a la economía local. La población se dedica, en su mayor parte, a la agricultura y a la industria de la confección de vestimenta. Los cultivos que predominantes son la vid y el olivo. La industria de la confección y del calzado es representada por una treintena de empresas.


La "ORCHESTRA DI FIATI GIOVANI CITTA' DI CISTERNINO" fue creada en octubre de 1994 por iniciativa de un grupo de padres solícitos en ofrecer a sus propios hijos y a otros jóvenes interesados en la música, la oportunidad de ocupar el tiempo libre de una manera provechosa y formativa.
De particular importanza son las habituales ediciones del Festival Pietre che Cantano (Pedras que cantan), del Festival de Bandas, del Festival Suoni Sacri e dal Pianeta (Sonidos sacros y desde el planeta). Las fiestas más renombradas que se desarrollan en Cisternino son las Fiesta o Ferias de las “orecchitte” y la del conejo o “Sagra del coniglio” que tienen lugar en el mes de agosto y en septiembre se desarrolla la Fiesta de la uva.