ALBEROBELLO

Es uno de los pueblos más pintorescos de la Puglia, situado al sur de Bari, en el valle de Itria. Su nombre proviene de Sylva Arboris Belli (selva del árbol de la guerra), ya que estaba rodeado por un tupido bosque de robles.



La zona sombreada corresponde al Valle de Itria.

Según la tradición, a fines del primer siglo de nuestra era, después de la toma de Jerusalén por Tito, se cree que se instaló allí una colonia judía. Pero su desarrollo urbanístico comenzaría bajo el feudo de Giangirolamo II Acquaviva, llamado Guercio di Puglia (Bizco de Puglia). Los orígenes de la ciudad se remontan entonces a la segunda mitad del siglo XVI cuando, siendo un pequeño feudo bajo el dominio de los Acquaviva, condes de Conversano, comenzó a poblarse de campesinos que deseaban cultivar la selva (así llamada) fértil. Los condes autorizaron a los colonos para que construyeran sus casas a la piedra seca, esto es, sin cemento u otro material ligante, para poder ser derruidas en caso de inspección real. Esto se debía a la “prammatica de baronibus”, norma existente en el Reino de Nápoles desde el siglo XV, en cuya virtud el nacimiento de una aglomeración urbana exigía el pago del tributo; con su astuta propuesta el señor feudal, el Conde Acquaviva, se evitaba el impuesto. Así construyeron estas casas conocidas como “Trulli” que podían configurarse como construcciones precarias, de fácil demolición.

Corría el año 1797 y un grupo de atrevidos alberobelleses, dada su precaria condición, se acercaron a la ciudad de Taranto (donde se encontraba el Rey visitando la región) para pedir auxilio al Rey Fernando I de Borbón que los escuchó y el 27 de mayo de 1797 emitió un decreto real con el cual la pequeña población quedó libre.


Representación histórica del día de la liberación.

Trulli o "casieddi"?
En realidad “trulli” es el plural de “trullo” nombre con que se designa a la cúpula cónica de piedras sueltas, que constituye el techo de estas casas. La casa se denomina "casiedde". Estas casas de paredes encaladas con techos color pizarra, de forma cónica, rematados por un característico pináculo, tienen un origen incierto, aunque algunos creen que fueron aquellos primitivos judíos quienes diseñaron este tipo de construcción.
Foto histórica de principios del siglo XX

Pero los orígenes de la arquitectura de piedra en seco deben buscarse en la naturaleza del territorio, en el cual se forma una extraordinaria relación entre el hombre y la naturaleza.

En la zona meridional de las Murge, en el Valle D’Itria o “Murgia dei trulli” donde se encuentra Alberobello, el suelo está constituido por depósitos de piedra calcárea dispuestos a un nivel poco profundo (a menudo en la superficie). El despedregamiento de los campos constituía el paso previo y obligatorio para que las tierras fuesen aptas a la explotación agrícola. Este se llevaba a cabo acumulando los materiales en algunos lugares particulares que tomaban en ocasiones formas circulares, y en otras alcanzaban superficies y alturas considerables; los "specchie".

Specchia

Gran parte de esas piedras se utilizaba para la construcción de muros de piedra en seco que servían para delimitar las propiedades y los caminos, para la construcción de las viviendas y de refugios en el campo donde guardaban sus herramientas de labranza los “contadini” es decir los campesinos. Así se creaba la relación entre el hombre y la naturaleza, ya que el hombre construía el propio medio usando los materiales que este le ofrecía y siguiendo las reglas de la naturaleza. La recolección de piedras constituía un proceso de recuperación de materiales que impedían una explotación óptima del terreno por un lado, y por otro, suponía la recuperación de una superficie de terreno cultivable dedicada a otras actividades, lo que conllevaba una mejora cualitativa.


Muros de piedra a seco delimitando un camino.


Las construcciones en forma de trullo están presentes en cuatro zonas de la Puglia: la península salentina, en la proximidad de los dólmenes y menhires, de la costa llana alrededor y al norte de Bari; una parte en las Murgia septentrionales y el Gargano. La ausencia de trulli en las zonas que separan estas cuatro zonas se puede explicar por la indisponibilidad en el lugar de piedras aptas para esta construcción. Únicamente en las Murgia de los trulli una gran parte de estas construcciones están habitadas de manera permanente, cuando en las tres otras zonas sirven de refugio ocasional para los campesinos, depósitos de herramientas agrícolas o de hábitats durante períodos limitados, en época de cosechas. La particularidad de Alberobello respecto a las otras poblaciones del Valle de Itria es que los trulli no están diseminados en la esplendida campaña, sino todos juntos constituyendo un centro habitado, representando un caso único en el mundo. Por esta razón fueron declarados Monumento histórico y patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1996.


Alberobello está situada sobre dos colinas. Sobre la colina oriental se encuentra la ciudad moderna, sobre la occidental la ciudad antigua formada por el conglomerado urbano de trulli, dividido en dos barrios: Rione Monti y Rione Aia piccola.


El barrio Monti, construido sobre un área con notable inclinación, cubre una superficie de 15 hectáreas y comprende 1030 trulli.


Il barrio Aja Piccola, con sus 590 trulli, constituye un conjunto menos homogéneo. Surge sobre una superficie de 5 hectáreas al sud-este de la ciudad.



Fuera de los dos barrios se encuentra el "trullo Sovrano", una construcción de dos pisos, correspondiente al siglo XVIII, con una distribución más parecida a las casas normales. Fue su propietario, el sacerdote Cataldo Perta entre el año 1774 y 1809.


Inmigrantes alberobellesi que se radicaron en Bahía Blanca y Región:

ANGELINI, ANGIULLI, CONTENTO, D’ORIA, GIROLAMO, IGNISCI, LACATENA, LIPPOLIS, MARANGIA, MATARRESE, MONOPOLI, PALMISANO, PUGLIESE, SALAMIDA, SUSCA y TAURO.

Esta lista es incompleta, Usted la puede completar comunicándose a:
pugliesidibahia@hotmail.com

V Seminario Internacional Desarrollo y Territorio Italia-Argentina