Umberto Giordano (1867-1948)


Umberto Menotti María Giordano nació en Foggia, Italia, el 28 de agosto de 1867. Hijo del farmacéutico, Ludovico Giordano y de Sabata Scognamillo, segundo de cinco hijos. Desde pequeño sintió una fuerte inclinación por la música, descuidaba los estudios para fabricar rudimentarios instrumentos musicales, como flautas con las cuales tocaba varias horas del día. Otra fuerte atracción del joven Umberto era el Teatro Comunale di Foggia (que hoy lleva su nombre) donde ayudaba a un amigo a preparar el escenario antes de los conciertos, al escuchar los sones de la Banda Musical de la Ciudad, corría detrás de ella descalzo, ya que su padre para evitar que se escapara lo privaba del calzado. A los 12 años comenzó a escribir canciones y recibió las primeras lecciones de música, en Foggia, con los maestros Luigi Gissi y Giuseppe Signorelli. Giordano estaba predestinado a una vida musical. Su padre deseaba que estudiara para abogado, y hasta se opuso a su deseo de ser compositor. Afortunadamente, Giordano no prestó atención a los deseos de su padre y un día llegó la noticia que el Real Collegio di Musica di Napoli "S. Pietro a Majella" realizaba un concurso para un puesto interno de composición. Padre e hijo partieron para Nápoles y Umberto participó en el concurso junto a otros 30 aspirantes; fueron todos rechazados: «Vuestro hijo no sabe nada, - dijo el ilustre Maestro Paolo Serrao al padre de Umberto - pero su talento ha ganado nuestra atención, le daremos un curso gratuito. Dentro de seis meses se presentará a los exámenes y estoy seguro que vencerá».

Así Umberto se estableció en Nápoles, junto a la familia Midolla, y seis meses más tarde participó nuevamente en el concurso de ingreso y ganó con todos los votos superando a otros 56 concursantes. El diario «Il Nazionale» de Foggia publicó la noticia así: «Con sommo piacere rileviamo che nel concorso tenuto a Napoli è segnato il giovinetto Umberto Giordano di Ludovico, di anni 14, da Foggia. Noi ce ne rallegriamo di cuore con l’egregio giovinetto nostro concittadino; e siamo sicuri che continuando a studiare farà onore alla sua patria». El 9 noviembre 1882 Umberto entraba al Conservatorio, tenía 15 años y allí estudiaría hasta 1889.
A la temprana edad de 23 años, Giordano recibió un gran incentivo en su carrera formal de compositor. Presentó Marina, una de sus obras escritas en el conservatorio, al famoso concurso de óperas de un acto del editor Sonzogno. Cavalleria Rusticana fue la obra ganadora, pero Marina quedó en sexto lugar entre 73 competidores. El éxito fue todavía más importante porque Giordano era el candidato más joven. A Sonzogno no le había agradado el libreto de Marina, pero encargó otra ópera del joven compositor: Mala Vita (La Vida Mala), una obra verista acerca de un hombre que promete reformar a una prostituta si él se cura de una tuberculosis. Esta obra causó cierto escándalo durante su representación en Roma en 1892, alcanzando más popularidad en Austria y Alemania.


Desafortunadamente, su siguiente ópera, Regina Diaz, no fue ni tan revolucionaria ni fue tan bien recibida. La ópera fue dada de baja después de apenas dos funciones. Sonzogno decidió desistir de Giordano; pero por fortuna, Alberto Franchetti, un compositor más experimentado, lo ayudó convenciendo al editor a que diera una segunda oportunidad al joven compositor. Hasta le dio uno de sus propios libretos, escrito para él por Luigi Illica, un colaborador de Puccini. Dicho libreto fue el de Andrea Chénier. En 1894 empezó la composición de su ópera más conocida, Andrea Chénier, basada en la vida de este poeta revolucionario francés. Una ópera que habla de revolución, odios, divisiones y sangre, pero también de amor.
Mientras trabajaba en Chénier, Giordano vivió la vida prototípica del artista hambriento. El único espacio que podía rentar era una habitación en el depósito de una morgue, en donde componía rodeado de lápidas. Irónicamente, al mismo tiempo, su libretista Illica estaba colaborando con Puccini en La Bohéme.


Preocupado con la temática de Chénier, Sonzogno casi llegó a la decisión de no producir la ópera. Afortunadamente, Mascagni la recomendó para una producción en La Scala, donde la ópera fue estrenada el 28 de marzo 1896 con gran éxito. En realidad, después del triunfal estreno, Sonzogno envió un telegrama a Giordano con las felicitaciones: “CHÉNIER TRIUNFANTE. EL ÚLTIMO ACTO GENERÓ UNA EUFORIA FANÁTICA. SUCESO. SUCESO. SUCESO.” Fue representada por toda Europa y Nueva York en los años siguientes.


Escuchemos pues a Mario del Monaco en este "Un dì, all'azzurro spazio" perteneciente al Acto I de la ópera Andrea Chénier. Esta página verista de Giordano se amolda perfectamente a las características y cualidades del gran Mario, lo que le sirve para dar una realidad difícilmente superable a su interpretación.


Es curioso lo sucedido con la célebre aria "La mamma morta" (perteneciente al III Acto) antes y después de su inclusión en 1993 en la película Philadelphia cantada por Maria Callas, lo que nos puede ilustrar, por si aún hiciera falta, acerca del poder del cine como divulgador de músicas que conocería apenas una minoría si no aparecieran en la gran pantalla pero que, cuando salen, se convierten en un fenómeno de masas. No hay CD de María Callas editado con posterioridad a la película que no incluya “La mamma morta”. Esto no quiere decir que no pueda haber otras interpretaciones del mismo nivel, o incluso superiores: por ejemplo, se ha dicho muchas veces que las arias veristas las cantaba con mayor perfección la gran "rival" de Callas, Renata Tebaldi; basta escuchar la versión de ésta última, parece el canon del canto.


Renata Tebaldi "La mamma morta" Andrea Chénier

Giordano prosiguió componiendo su segunda ópera más conocida, Fedora, en 1898. La ópera cuenta la historia de una princesa rusa que, sin querer, se enamora del asesino de su prometido. Fedora es una opera en tres actos de Umberto Giordano según libreto en italiano de Arturo Colautti, basado en Fédora de Victorien Sardou. Se estrenó en el Teatro Lírico de Milán el 17 de noviembre de 1898 y fue un éxito inmediato, en parte a causa de la gran actuación de Enrico Caruso
El drama transcurre en Rusia, Francia y Suiza, durante el final del siglo XIX.Fedora no fue muy bien recibida por la crítica europea, pero el interés por ella ha aumentado en los últimos años gracias a las grabaciones discográficas, algunas con notables intérpretes del papel principal, como Mirella Freni, Eva Marton o Magda Olivero. Existen unas cuantas grabaciones de Fedora, entre las que destacan la de 1969 de Magda Olivero y Mario del Mónaco, la de 1985 de Eva Marton y Josep Carreras y la de 1993 de Mirella Freni y Plácido Domingo

FEDORA Junto A Plácido Domingo, Mirella Freni y Sherill Milnes
Teatro Colon (Buenos Aires) Argentina 1996


AMOR TI VIETA es una exquisita aria, la más conocida, sin duda, de esta Ópera. Es breve, solo dura 1:51 minutos, pero condensa en unas conmovedoras palabras y una preciosa melodía todo el sentimiento del conde Loris Ipanov hacia la princesa Fedora Romanoff.


Fedora Atto (II), Amor ti Vieta. Mario Del Monaco. Umberto Giordano


Su siguiente ópera, Siberia, estrenada en diciembre de 1903 en la Scala de Milán; ópera en tres actos con libreto del "pucciniano" Luigi Illica, inspirado en La Casa de Los Muertos de Dostoievski, y cuya partitura el autor consideraba como su predilecta. Cuando Siberia llegó a París en 1905, en francés, toda la crème de los músicos galos (Gabriel Fauré y Alfred Bruneau, críticos de Le Figaro y Le Matin, respectivamente, así como Saint-Saëns, Massenet o Lalo) la elogiaron sin reservas.
Proseguirían sus óperas Marcella, Mese Mariano, Madame Sans Gêne, y Giove a Pompei (escrita con Franchetti). Desafortunadamente, los sucesos de estas óperas no se compararían con los de Chénier o Fedora. La Cena Delle Beffe, estrenada en 1924, fue su último gran éxito. Después del estreno de Il re (El Rey), en 1929, ya no completaría ninguna otra ópera.


La ópera cómico-fantástica Il Re, cuyo estreno dirigió Toscanini en La Scala de Milán, es una obra de clarificación y de madurez comparable al Gianni Schicchi de Puccini, y como ésta superando al verismo mediante el humor, una ligereza juguetona y una serenidad sublime en la letra y en la música. Il Re es el canto del cisne de Giordano, una opera de corta duración pero amplia de contenido e impregnada de latente modernidad. El lenguaje inicialmente verista de Giordano se colorea con recursos que remiten a los clásicos recursos del género bufo tan intrínsecamente italiano. Una partitura elegante, sutil, personalísima, inteligente y acorde tanto con la tradición peninsular como con la época de su estreno.


Giordano pasó los últimos años de su vida enseñando, escribiendo canciones de cámara y otras pequeñas piezas. Falleció en 1948. El teatro más importante de Foggia está dedicado a Umberto Giordano, también existe en Foggia una plaza en su honor, en la que varias estatuas recuerdan sus obras más famosas.

VERISMO

Andrea Chénier sigue siendo la ópera más conocida de Giordano, hasta el punto de que a este autor se le recuerda por esta composición, que ha permanecido como una de las más bellas muestras del verismo italiano, estilo al que estaba adscrito. Este estilo operístico floreció en Italia en la última década del siglo XIX y se caracterizó por tener un argumento melodramático y a menudo violento, con personajes extraídos de la realidad cotidiana. La estrategia musical incluía la declamación apasionada de los solos, y las armonías y melodías emocionalmente recargadas. Entre los compositores del mencionado estilo se hallan Mascagni, Leoncavallo y Puccini.