107 años de la Sociedad Italiana de Ingeniero White


La decana de la instituciones de Ingeniero White, fue fundada el 1º de Julio de 1903, por inmigrantes italianos llegados al lugar para trabajar en el tendido de los rieles del ferrocarril, la construcción del puerto, los elevadores de granos y la usina eléctrica, de allí su denominación “Unión Obrera”, en italiano “Unione Operai”. Estableció su sede en Dasso 169, en una construcción de maderas, que la noche del 30 de diciembre de 1908 un incendio redujo a cenizas, pero gracias al trabajo esforzado de sus integrantes que al finalizar su jornada laboral pegaron los ladrillos, de las paredes que hoy podemos observar, el 20 de septiembre de 1910 siendo presidente Giuseppe Palanca, quien fuera constructor del Puente La Niña, quedo habilitado la nueva edificación.


Nació a la vida con el lema de la ayuda social traducida en la prestación de servicios médicos, farmacéuticos, hospitalarios y subsidio familiar, inspirando su labor en el principio humano del “mutuo socorro” que diera impulso a su gestión futura. El 4 de Julio de 1925 inauguró en su sede social de calle San Martín 3619, un salón teatro con una capacidad de 600 personas. Que respondió, no sólo a las necesidades propias, sino también a las exigencias de la población, que necesitaba de una sala como esta para las reuniones sociales. Fue, durante casi toda su existencia, ámbito de cenas, bailes, teatro y cine, entre tantos acontecimientos. Cobijó a evacuados en las frecuentes inundaciones que asolaban a la población portuaria, fue primera sede y permitió la realización de asambleas y reuniones de sindicatos, cooperativas y otras instituciones que se gestaban en la localidad. Cuando surgió la posibilidad de tener una escuela técnica en Ingeniero White, que se vería frustrada por no contar con un espacio físico donde pudiera funcionar, puso a disposición sus instalaciones, que permitieron la creación y la existencia de la actual Escuela de Educación Técnica Nº1 Crucero ARA Gral. Belgrano. Lamentablemente al abandonar la escuela las instalaciones para pasar a su edificio propio, “La Italiana” (así la llamaban los whitenses) quedo seriamente afectada en su estructura edilicia. Lamentablemente el olvido, la desidia y el abandono llegaron opacando tiempos gloriosos, pero siempre es buen tiempo para recomenzar, y gracias al trabajo de un decidido grupo de personas y al aporte de la comunidad, se refaccionaron las instalaciones, permitiendo que el 23 de noviembre de 1995 se reinaugurara el teatro al que se dio el nombre de “Teatro Ingeniero White”, reconociendo de esta manera el aporte de todos los whitenses en la recuperación de las instalaciones de la Sociedad Italiana.


cisternino

Cisternino se encuentra en el Valle d'Itria, área localizada entre las provincias de Bari, Taranto y Brindisi. El centro poblado se encuentra entre olivos y almendros, sobre una colina a 314 m. sobre el nivel del mar, 50 km al noroeste de la ciudad de Brindisi.


Para algunos el nombre es el diminutivo de cisterna, pero según la tradición Cisternino es un epónimo de Sturnoi, compañero del héroe homérico Diomedes. Supuestamente al final de la Guerra de Troya fundó esta ciudad, que los romanos llamaron Sturninum. (Un epónimo es un nombre derivado del de una persona y que designa a un pueblo, lugar, concepto u objeto de cualquier clase)


Posiblemente destruida en 216 a. C., durante las incursiones de Aníbal en Puglia, la ciudad volvió a la vida en el siglo octavo, cuando un grupo de monjes Basilianos refugiados de Oriente encuentra las ruinas de un antiguo pueblo en este ámbito y decidieron construir una abadía griega ortodoxa en el mismo lugar, a la que llamaron San Nicolò cis-Sturninum, justo en el lugar donde hoy se encuentra la Iglesia Madre de San Nicola. Entorno a la abadía griega surgieron las primeras casas de agricultores, pastores y artesanos. Así se creo el poblado de Cisturninum. En la historia el nombre Cisternino es mencionado por primera vez en una bula papal del año 1180, que el Papa Alessandro III envió al obispo de Monopoli confirmando la pertenencia de Cisternino a ese obispado.


Los alrededores de Cisternino presentan un paisaje realmente hermoso, especialmente durante la floración de los almendros. Hay muchas granjas, con edificios de los siglos XVI a XVIII.A pocos kilómetros desde el centro habitado, se encuentra el famoso santuario de la Madonna d'Ibernia (Madonna de Bernis), del siglo XII, compuesto de dos núcleos distintos. Según una leyenda local el lugar donde se encuentra el santuario fue indicado por la misma virgen durante una aparición. Entre las fiestas tradicionales de Cisternino, se encuentra la Pasquetta, llamada en el dialecto de los habitantes “Pasquarèdde”, esta festividad que se desarrolla el lunes de Pascua, tiene lugar en el Santuario de la Madonna d'Ibernia, donde se regala a los niños el dulce típico “u churrüchele” (con forma de bolsa con dos huevos para los varones, con un huevo para las niñas). Dicen que el “u churrüchele”, trae prosperidad y fecundidad. Precisamente la Madonna d’Ibernia es la virgen de la vida, de la fertilidad y de la abundancia, el santuario es muy utilizado para celebrar matrimonios tal vez por los motivos indicados o bien por su ubicación en un lugar con una hermosa panorámica.


El verdadero encanto de éste sugerente pueblo se encuentra en los espacios interiores y exteriores, entre casas, calles y patios, resultado de soluciones arquitectónicas dictadas por la practicidad, y un sentido de vecindad, de comunidad. Es un clásico ejemplo de "arquitectura espontánea", no está diseñado por arquitectos siguiendo un plan preestablecido, sino más bien por las relaciones humanas que se establecen entre casas blancas y calles estrechas, patios pequeños y escaleras exteriores, arcos y balcones llenos de flores, espacios donde las personas puedan reunirse y relacionarse, espacios para compartir.


Entre los siglos XIX y XX, la ciudad comenzó a desarrollarse por fuera de las murallas. En el casco antiguo, se encuentran importantes edificios históricos como la torre y la iglesia en la plaza principal. La torre restaurada recientemente, fue construida en el siglo XI por los normandos, tiene 17 metros de altura y una estatua de San Nicolás dando bendiciones se sitúa en la parte superior.




También son dignos de visitar son: el Palacio Episcopal, construido en 1560, con una fachada renacentista que lleva los escudos de armas del obispo-barón, el Palacio del Gobernador (siglo XVI), cuenta con un frente elegante, con tres balcones y elementos decorativos renacentistas, las casas de las familias nobles Pepe y Cenci, la pequeña iglesia de Santa Lucía (siglo XVII) y, fuera de las murallas, la torre y Palazzo Amati, en la calle San Quirico, la Iglesia de San Cataldo, terminado en 1783 en el estilo barroco, con su hermosa fachada, y la Iglesia de San Quirico (patrono de la ciudad), construidas entre los siglos XVII y XVIII.



En cuanto a la economía local. La población se dedica, en su mayor parte, a la agricultura y a la industria de la confección de vestimenta. Los cultivos que predominantes son la vid y el olivo. La industria de la confección y del calzado es representada por una treintena de empresas.


La "ORCHESTRA DI FIATI GIOVANI CITTA' DI CISTERNINO" fue creada en octubre de 1994 por iniciativa de un grupo de padres solícitos en ofrecer a sus propios hijos y a otros jóvenes interesados en la música, la oportunidad de ocupar el tiempo libre de una manera provechosa y formativa.
De particular importanza son las habituales ediciones del Festival Pietre che Cantano (Pedras que cantan), del Festival de Bandas, del Festival Suoni Sacri e dal Pianeta (Sonidos sacros y desde el planeta). Las fiestas más renombradas que se desarrollan en Cisternino son las Fiesta o Ferias de las “orecchitte” y la del conejo o “Sagra del coniglio” que tienen lugar en el mes de agosto y en septiembre se desarrolla la Fiesta de la uva.

Festa della Bandiera Argentina / Día de la Bandera Argentina

A 190 años de la muerte Manuel Belgrano, su creador y uno de los artífices de la independencia, celebramos el 20 de junio, al máximo símbolo de la nación Argentina.



Intelectual, abogado, político, militar y revolucionario argentino, creador de la Bandera Nacional Argentina y de las primeras instituciones educativas y culturales. Aunque no era militar profesional, el 20 de Febrero de 1813, Belgrano se cubre de gloria, desplegando su talento militar ante un enemigo al que engaña y sorprende, atacándolo por retaguardia, tras ocupar una posición a marchas forzadas de noche y bajo la lluvia. Es la Batalla de Salta, que abrió el camino al Alto Perú. A comienzos de 1815 abandona completamente sus funciones militares y es enviado a Europa, en funciones diplomáticas. Regresa a la Argentina en 1816 y desarrolla una ardua actividad política a favor de la independencia. Aquejado por una grave enfermedad, muere en Buenos Aires el 20 de junio de 1820.




Manuel Belgrano


Por Alfredo Leuco, www.alfredoleuco.com.ar/2010/05/


Si me permite, Don Manuel, me gustaría decirle que usted es el espejo en el que todos los políticos argentinos deberían mirarse. Porque usted hizo el camino inverso de tantos políticos corruptos. La mayoría llega pobre a la función pública y sale rico. La mayoría se enriquece ilícitamente. Su biografía demuestra que usted hizo todo lo contrario.
Nació rico. Nació en cuna de oro porque su padre era un importante comerciante. Por eso pudo acceder a la educación a la que accedió. Por eso Salamanca, Valladolid. Pero se pasó la vida repartiendo su fortuna entre la gente común. Y murió pobre. Se empobreció lícitamente. Se convirtió en una bandera de austeridad republicana. Usted, justo usted, que es el creador de la bandera convirtió su trayectoria en una bandera y su cuerpo en el abanderado de los mejores valores que debe tener un hombre público que está obligado a servir a su comunidad. Por eso creo que a 200 años del nacimiento de la patria llegó la hora de pedirle perdón.

Mil disculpas, Manuel Belgrano. Ojala nos perdone. Y si me permite, como una manera de desagravio, me gustaría decirle gracias por todo lo que hizo por nosotros. En este Bicentenario le decimos gracias por haber protegido siempre a los más desprotegidos, a los más humildes, a los ancianos, a las mujeres y a los indios. Por haber impulsado siempre el progreso y el bienestar de la gente. Por darle a la tierra el carácter de generadora de riquezas y haber inventado el impuesto a las tierras improductivas. Progresismo puro.



Gracias por grabarnos a fuego en nuestra identidad esa frase maravillosa que dice que el sentimiento de libertad es capaz de transformar en héroes a los ciudadanos más simples. Gracias por su combate permanente contra los monopolios y todo tipo de autoritarismo. Por haber sido miembro del primer gobierno patrio. Por defender la libertad de prensa y la modernización. Por haber traído de Europa las ideas más avanzadas de soberanía y emancipación y las tres vigas maestras de la revolución francesa: libertad, igualdad y fraternidad. Gracias por la inmensidad de su cultura. Por hablar y leer perfectamente en inglés, francés, italiano y latín.
Gracias por haber redactado junto a Mariano Moreno el Plan Revolucionario que se presentó a la Junta. Gracias por decir que la patria es educación. Por haber donado sus sueldos para construir la biblioteca pública y varias escuelas que se construyeron 170 años después. Gracias por el coraje de haber combatido en las invasiones inglesas y por convertirse en general de la Nación cuando su formación era de abogado, economista, diplomático y periodista.

Pese a todo no dudó en tomar las armas y las estrategias militares para defender esta bendita tierra. Gracias por haber salvado la vida de la esposa y de la hija del general San Martín. Ojala alguna vez nos perdone que lo hayamos dejado morir en la más terrible de las miserias. Vencido por las enfermedades y con el único tesoro de su reloj personal para recompensar al médico que lo asistió hasta el final. Le confieso que me produjo un desgarro en el alma cuando leí que su cuerpo estuvo ocho días sin poder ser sepultado por falta de dinero. Siento vergüenza histórica retroactiva. Por eso perdón y gracias, don Manuel Belgrano. Gracias por la escarapela y por la bandera. Y sobre todo gracias por enseñarnos con la enseña que Belgrano nos legó que la lucha por una patria más justa es la verdadera bandera idolatrada.

ALFREDO LEUCO

Sobre el Autor : Periodista. Es columnista de 'Bravo Continental'. Además conduce “Le doy mi palabra” por Canal 26 todos los martes desde las 22.30 horas. Premiado con el Konex 2007 al mejor analista político audiovisual de la década. Fue nominado en 7 ocasiones para el Martín Fierro como mejor labor periodística entre el cable y la televisión abierta. Escribe una columna semanal en el diario Perfil. Tiene 3 libros publicados. Trabajó durante 11 años en el diario Clarín y fue jefe de redacción de El Cronista y subdirector de las revistas Somos y Gente. Fue conductor de Latidos por Telefe, Fuego Cruzado y columnista en Informe Central, La Cornisa y America Noticias.


Aurora

LA FAMIGLIA BELGRANO / LA FAMILIA BELGRANO

Los padres del General Manuel Belgrano, fueron don Domingo Belgrano Pérez, quien había españolizado su apellido materno Peri y su esposa doña María Josefa González Casero. Los esposos Belgrano-González dejan a la patria descendientes que tendrán activa participación en las jornadas que marcaron la vida institucional del Virreinato del Río de la Plata.- Sus hijos, nietos, sobrinos, etc., serán protagonistas de todos y cada uno de los momentos importantes del siglo siguiente. Ocuparon lugares destacados en casi todas las actividades públicas y privadas, estarán presentes en los empleos públicos, militares y eclesiásticos, propiciaran la libertad y la independencia de estas tierras y darán el presentes al momento de hacerlo realidad. Su hijo el General Manuel Belgrano, como su sobrino político el doctor Juan José Castelli, tendrán destacada participación en las primeras dos décadas del siglo XIX.


Domingo Belgrano Pérez, había nacido en Oneglia, Reino de Cerdeña, hijo legitimo de don Carlos Feliz Belgrano y doña María Peri, fallece en Buenos Aires el 24 de septiembre de 1795, su esposa doña María Josefa falleció el 1° de agosto de 1799, elegirían para su eterno descanso ser sepultados en el Templo de Santo Domingo, ambos pertenecían a la Orden de Santo Domingo, el esposo había ingresado a la misma el 29 de septiembre de 1754, ocupando el alto cargo de Prior. Cumpliendo su última voluntad los esposos Belgrano son sepultados al fondo de la nave izquierda, antes del actual camarín de la Virgen del Rosario y de la Reconquista y Defensa de Buenos Aires.
Al momento de fallecer su esposo doña María Josefa coloco una lapida con el nombre del difunto y dona un lavamanos de jaspe blanco, que hoy se encuentra en el Museo Histórico de Luján, también hace un acuerdo con el Convento por el cual todos los miembros de su familia serían sepultados en el templo, como sucedió hasta el año de 1822, en que fueron secularizados los cementerios eclesiásticos.- Desde el año 1964, última fecha de remodelación de la basílica, el nombre de Domingo Belgrano se puede ver en uno de los peldaños del prebisterio.




Casa donde nació y murió el patriota Manuel Belgrano (1770-1810), miembro de la Primera Junta de gobierno de 1810, general del Ejército del Norte. Se encontraba en la actual Avenida Belgrano, entre las calles Defensa y Bolívar, de la vereda sur. Fue demolida con el ensanche de la calle en la década de 1930.

El matrimonio engendro trece hijos legítimos, ocho varones y cinco mujeres. Los varones: Carlos José Belgrano González (teniente de Dragones), José Gregorio Belgrano, Domingo Estanislao Belgrano (Doctor, Prebístero), Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano González (Doctor en Leyes), Francisco Belgrano, Joaquín Belgrano, Miguel Belgrano y Agustín Belgrano. Las mujeres: María Florencia Belgrano, casada con Julián Gregorio de Espinosa (ambos fallecidos para el año de 1795), siendo su hijo y heredero Julián Vicente Gregorio Espinosa., María Josefa Belgrano, casada con José María Calderón de la Barca, María del Rosario Belgrano, casada con Juan Bautista Dargain, Juana Belgrano, casada con Ignacio Ramos, y Juana Francisca Buenaventura Belgrano González, casada con José María Acevedo.
Escasos años pudo el Doctor Manuel Belgrano, disfrutar de la compañía de su amados padres, el hijo prodigo llega de Europa reconocido como hábil diplomático y con nombramiento para ocupar uno de los cargos más importante de la época virreinal. A partir de la muerte de sus padres, la vida de don Manuel cambia drásticamente, se vuelca a la vida pública en forma permanente, solo la muerte a de tronchar los deseos de seguir sirviendo a sus ideales; aunque sus ideas lo sobreviven y están plasmadas en Leyes, Reglamentos y Ordenanzas que hoy tienen vigencia plena en nuestra sociedad.



Mausoleo de Manuel Belgrano, Basílica de Nuestra Sra. del Rosario y Convento de Santo Domingo, Buenos Aires, Argentina. Barrio de Monserrat.

Fuente: Los Padres de Manuel Belgrano- de Juan Aurelio Lucero