Ciudad costera de 13.000 habitantes, situada en la parte oriental del promontorio del Gargano, en la provincia de Foggia.
MAPA DEL GARGANO
Su territorio, por sus favorables condiciones climatológicas y la cercanía del mar fue habitado desde el Neolítico por poblaciones dedicadas a la agricultura, al pastoreo, a la pesca y sucesivamente al comercio marítimo con otros pueblos del Mediterráneo. De este período histórico se ha encontrado necrópolis, utensilios y restos de asentamientos humanos. El mito dice que Noe, llegó al Gargano como consecuencia del diluvio universal, y decidió establecerse en el lugar, a la muerte de su mujer Vesta imponiendo su nombre a la ciudad.
Ciertamente la ciudad fue fundada por los Daunos seguramente en torno al final de la edad del Bronce y conoció su máximo esplendor entre lo siglos X y VI a.C. Sufrió a partir del siglo V un proceso de helenización de las costumbres, cuando fue colonia griega. Al ser absorbida por la República de Roma como consecuencia de las guerras con Pirro (270 a.C.) se convierte en municipio romano. Los historiadores identifican a Vieste con la antigua Apenestre, en la cual son todavía visibles los restos de otra famosa ciudad de los daunos, Merinum, siguiendo la carretera que lleva al Santuario de Santa María de Merino.
Ciertamente la ciudad fue fundada por los Daunos seguramente en torno al final de la edad del Bronce y conoció su máximo esplendor entre lo siglos X y VI a.C. Sufrió a partir del siglo V un proceso de helenización de las costumbres, cuando fue colonia griega. Al ser absorbida por la República de Roma como consecuencia de las guerras con Pirro (270 a.C.) se convierte en municipio romano. Los historiadores identifican a Vieste con la antigua Apenestre, en la cual son todavía visibles los restos de otra famosa ciudad de los daunos, Merinum, siguiendo la carretera que lleva al Santuario de Santa María de Merino.
VIESTE vista aérea
Vieste es el centro turístico bañado por el mar, más importante del Gargano. Caracterizado por largas y anchas playas de arenas doradas y por altas costas rocosas con numerosas grutas. Vieste es también una de las ciudades más antiguas de la Daunia. En sus orígenes se confunden la historia, la mitología y las leyendas. Celebre es, en efecto, la leyenda del Pizzomunno que se identifica con un blanco monolito que se destaca con sus 25 metros de altura donde comienza el bellísimo litoral que conduce a Pugnochiuso.
PLAYA PIZZOMUNNO
En la llanura se extiende el barrio más moderno, y en la cima de una colina se encuentra el casco antiguo de la ciudad o “borgo medievale”, caracterizado por sus estrechas callejuelas y sus casas blanqueadas con cal, unidas por pequeños arcos y sus escaleras externas, llamadas "mignali". En la punta de San Francesco se levanta todavía un torreón de defensa
PUNTA SAN FRANCESCO
El islote de Santa Croce aloja un gran faro de considerable importancia para la navegación. Numerosas son las leyendas que atañen al Faro de Vieste. La más sugestiva, y tal vez la más fantasiosa, es aquella que narra que en el centro del islote hay un pozo, cuyo fondo se alcanza a través de una escalinata muy empinada y por un túnel, hoy sumergido en el agua, se llegaba al centro de Vieste. Este túnel no era más que una vía de escape utilizada por los nobles locales para ponerse a salvo de los ataques de los enemigos.
El faro de Vieste
La costa del Gargano es una espectacular alternancia de playas con calas, de altos acantilados de roca calcárea cubiertos de pinos. Emocionante es la visión de las grutas de las paredes de los acantilados, talladas por la acción erosiva combinada del mar y del viento. Estas cuevas, de extrañas formas, poseen nombres de fantasía surgidos de la imaginación de los pescadores locales.
Architiello di San Felice
El Architiello de San Felice es un arco de cresta rocosa. Creado hace miles de años por la fuerza erosiva de los vientos y el mar. Se encuentra a unos 12 Kilómetros de Vieste, en la bahía de San Felice, del cual toma su nombre. Según la leyenda, fue construido por los tritones y ninfas del mar para dar la bienvenida, acoger y honrar al dios Neptuno, que viajaba por placer con su esposa Anfitrite.
Catedral de Santa María Assunta
La Catedral de Santa María Assunta, fue elevada en 1981 a Basílica Menor, por Juan Pablo II. La iglesia es de estilo románico, del siglo XI, mientras que el campanario, es de estilo barroco tardío, ya que fue reconstruido luego que un terremoto en 1646 lo derribo junto con parte de la fachada. Es una de las catedrales más famosas de Puglia, junto con las de Bari, Andria y Troia. La Iglesia tiene la clásica planta a cruz latina con tres naves, divididas por un pórtico de columnas adornadas de frisos de estuco y barroco. En el ábside central, se destaca una pintura de Louis Velp, de 1779, que representa a “Jesús que expulsa a los vendedores del templo”. El altar mayor, es rico de mármoles policromados. Digno de especial atención es el techo de madera, pintado al temple, de estilo barroco tardío, decorado con tres medallones que representan a San Miguel Arcángel, patrono de la arquidiócesis, el medallón central dedicado a la Asunción y el otro a San Jorge Mártir, patrono de la ciudad.
LA LEYENDA DE PIZZOMUNNO
La leyenda narra la apasionante historia de amor de dos jóvenes viestani: Pizzomunno y Cristalda.
Pizzomunno
Pizzomunno era un joven pescador de inusitada bellezza: alto, esbelto y muscoloso, con una sonrisa gentil y abierta. Pizzomunno estaba sinceramente enamorado de la bella Cristalda (variantes de la leyenda indican que el nombre de la joven era Vieste) y cada vez que regresaba de la pesca, llevaba a su amante a pasear en la barca hasta el cercano islote de Santa Eufemia.
Espectadoras envidiosas de este amor eran las sirenas, que cada vuelta que Pizzomunno se internaba en el mar para pescar, lo tentaban con sus propuestas: “Pizzomunno, deja a Cristalda y ven con nosotras, serás nuestro rey y no te faltará nada!”
Pero Pizzomunno estaba tan enamorado de Cristalda que gentilmente rechazaba las invitaciones de las sirenas, para regresar junto a su amada.
Un día las sirenas, celosas y llenas de ira por los continuos rechazos de Pizzomunno, raptaron a Cristalda y la mataron ahogándola en la profundidad del mar.
Cuando Pizzomunno supo de la muerte de su amada, quedó petrificado por el dolor y se transformó en el monolito que casi toca la playa sur de Vieste.
Solo una noche cada cien años, con luna llena, los dos amantes vuelven a encontrarse: Pizzomunno vuelve a ser el bello joven de un tiempo y Cristalda emerge de las aguas; se ven de lejos y cuando se acercan y están por tocarse, el encantamiento se rompe y los dos amantes regresan, ella al mar y él a su inmóvil dolor de monolito.
Espectadoras envidiosas de este amor eran las sirenas, que cada vuelta que Pizzomunno se internaba en el mar para pescar, lo tentaban con sus propuestas: “Pizzomunno, deja a Cristalda y ven con nosotras, serás nuestro rey y no te faltará nada!”
Pero Pizzomunno estaba tan enamorado de Cristalda que gentilmente rechazaba las invitaciones de las sirenas, para regresar junto a su amada.
Un día las sirenas, celosas y llenas de ira por los continuos rechazos de Pizzomunno, raptaron a Cristalda y la mataron ahogándola en la profundidad del mar.
Cuando Pizzomunno supo de la muerte de su amada, quedó petrificado por el dolor y se transformó en el monolito que casi toca la playa sur de Vieste.
Solo una noche cada cien años, con luna llena, los dos amantes vuelven a encontrarse: Pizzomunno vuelve a ser el bello joven de un tiempo y Cristalda emerge de las aguas; se ven de lejos y cuando se acercan y están por tocarse, el encantamiento se rompe y los dos amantes regresan, ella al mar y él a su inmóvil dolor de monolito.
