Festejos de San Silverio


La ciudad de Lecce

Lecce es la capital de la provincia homónima, en el extremo sur de la Región Puglia.
Situada a 12 Km de la costa adriática y a 25 Km de la costa Iónica, la ciudad surge en el centro de una fértil llanura. Registra un censo cercano a los 101.000 habitantes, aunque su área metropolitana suma una población cercana a un millón de habitantes.
Ubicación de la ciudad de Lecce en el mapa de la provincia.

En su historia más remota esta ciudad ha tenido diversos nombres. Los escritos cuentan que anteriormente se encontraba en ese lugar la ciudad de Sybar, durante los tiempos de Troya, posteriormente los romanos la llamaron Lupidae, el emperador Adriano la trasladó de lugar y la llamó Litium. Ostrogodos, sarracenos, lombardos, húngaros, eslavos y normandos convivieron en esta ciudad.

Los restos del anfiteatro romano descubierto a principios del siglo XX. El anfiteatro construido en el siglo II, medía 102 por 83 metros. Podía hospedar unos 20.000 espectadores.

Se conoce a Lecce como la “Firenze della Puglia” por la cantidad de obras de arte que se encuentran en esta ciudad. Si Florencia es el centro del Renacimiento, Lecce es la capital del barroco, estilo dominante en el período que siguió al renacentista y se prolongó hasta el apogeo del neoclasicismo, es decir, entre el siglo XVI y mediados del XVIII.


Lecce es conocida por su singular arquitectura y esculturas de estilo barroco. La piedra que se saca de las canteras de los alrededores de la ciudad es calcárea, homogénea y compacta, características que permiten un trabajo fácil. Artesanos, artistas configuraron esta ciudad como una obra de arte barroca llena de balaustres, columnas, cintas de flores, barandillas... todo realizado con el escalpelo del artista experto creando una exhuberancia decorativa elegante y cuidada.

Ahille Carducci, Giuseppe Cino, Enmanuelle, Mauro Manieri, Giuseppe Zimbalo el Zingarello son algunos de los artistas que transformaron Lecce en una maravilla arquitectónica.
Todo este Barroco, profuso en las iglesias y en los palacios, desde el centro de la ciudad presenta el aspecto de un escenario teatral del decimoséptimo, también interrumpido por modernísimas construcciones. San Mateo, la Catedral, Santa Maria del Rosario, Santa Maria de las Gracias, Santa Clara, la Basílica de la Santa Cruz y el Palacio del Gobierno (ex Convento de los Celestini), el Palacio del Seminario del Arzobispado son trabajos maestros de este estilo que se extendió desde fines del siglo XVI a principios del siglo XVIII.

Palacio de Gobierno
Si corremos las principales calles y plazas de la ciudad (Porta Napoli, Porta Rudiae, Piazza Santa Chiara, Via Umberto, Piazza Duomo o Sant’ Oronzo) podemos descubrir la riqueza arquitectónica que esconde esta pequeña ciudad.

Además de arte y cultura, Lecce también es una ciudad animada con multitud de establecimientos para pasar el tiempo libre: pubs, discotecas, balnearios, cervecerías, restaurantes…


Puerta Napoli

La Catedral de Lecce (Il Duomo

La Catedral (Il Duomo) representa un maravilloso ejemplo de edificio barroco. Configura con la plaza donde se encuentra el monumento a San Oronzo y el Palacio del Arzobispado, uno de los conjuntos urbanos más bonitos de Europa. El “Duomo” fue construido por primera vez en 1144, posteriormente en 1230. Fue completamente restructurado en los años 1659-70 por Gustavo Zimbalo a quien se debe el antiguo campanario.




La fachada principal, con el fastuoso portal, está ricamente decorada y presenta a los lados dos nichos con las estatuas de San Justo y San Fortunato y al centro la majestuosa estatua de San Oronzo.


La fachada lateral, que originariamente fuera el ingreso principal con un perfil decorativo mucho más simple, enriquecido por las estatuas de San Genaro, de San Ludovico y de los Santos Pedro y Pablo.



El interior de la catedral, a cruz latina, tiene tres naves divididas por columnas, está enriquecido por doce altares y numerosas obras pictóricas.



La Basílica de la Santa Cruz (Basilica della Santa Croce)


Es la más celebre expresión del barroco leccese de fuerte impacto visual por su elaborado aparato decorativo.


Obra de uno de los más geniales y refinados arquitectos de Lecce, Gabriele Riccardi, la zona inferior de la fachada, completada en el año 1582, conserva elementos de estilo románico que se integran con soluciones típicamente barrocas. La zona intermedia es atribuida a Francesco Antonio Zimbalo, tío de Giuseppe, autor en el año 1606 de los tres portales. La parte superior, completada en 1646, es obra de Cesare Penna y de Giuseppe Zimbalo.




En la construcción de Santa Croce se sucedieron tres generaciones de maestros en cerca de un siglo.

En el interior de la iglesia, entre los varios altares, está el altar de San Francesco da Paola, bellísimo y rico en decoraciones barrocas, que representan, doce pasajes de la vida del santo.

Opinión sobre Lecce

Según Franco Arminio, Lecce es una de las localidades más sugerentes de la Italia meridional, más silenciosa y menos caótica que otras, llamada, y no por casualidad, la Florencia del sur. Es única en su género, una sinfonía de frisos, pináculos y cariátides dispuestos sobre un portal o un balcón y que te dejan constantemente maravillado. Son muchos los personajes ilustres que han admirado el barroco de Lecce, de Gregorovius a Goethe. En Lecce se percibe el olor de la miel y, cuando anochece, la ciudad reluce como una rosa de plata. Hay muchísimas cosas que ver. La mayor atracción es, sin duda, la catedral de Santa Cruz, un prodigio arquitectónico que es como una mesa puesta en la que hay un poco de todo: santos, turcos, flores y frutos, águilas, dragones, leones, columnas salomónicas y balaustradas, y todo esto tiene su centro en el gran rosetón que parece cosido con hilo por una habilísima encajera. Lecce posee una estupenda plaza, piazza Duomo, renombrada por la presencia de elegantes edificios barrocos (entre ellos el palacio Obispal, la Catedral y el Seminario). En la plaza hay también un campanario de unos 70 m de altura que terminan en un templete octogonal con cúpula, desde el que puede disfrutarse de una preciosa vista.Toda la ciudad, de Piazza Sant’Onorio a Via Palmieri, está constelada de magníficos palacios, embellecidos por trabajos en piedra de Lecce, formada por restos marinos fósiles.