ORIGENES DEL CARNAVAL


El carnaval es una festividad popular internacional que tiene un origen lejano. Data, por lo menos, de 5.000 años a. C. Se dice que sus lugares de nacimiento fueron Sumeria y Egipto, donde se realizaban fiestas paganas. Otro probable origen de la celebración del Carnaval son las fiestas paganas que realizaban los romanos, las bacanales, las saturnalias y las lupercales.
“La Juventud de Baco” de William Adolphe Bouguereau - 1884

En las saturnalias, se veneraba a Saturno, dios de la cosecha. Las lupercales eran fiestas donde el caos se enseñoreaba sobre el orden y donde las autoridades permitían y hasta alentaban algunas transgresiones que tienen que ver con la carne, tanto la comestible como las que atañen al desenfreno sexual, el término "Lupercal" deriva del latín "lupus", lobo (en femenino, "lupa", término que se emplea también para designar a las prostitutas). Pero seguramente las celebraciones que más pueden haber influido son las Bacanales que se realizaban en honor del dios Baco, dios del vino, las gentes estaban durante días en una fiesta que compartían como iguales junto a los esclavos, algo que únicamente sucedía durante esa celebración.



“Il Baccanale degli Andrii” obra de Tiziano – 1519/1520 _ óleo sobre lienzo –
Museo del Prado - Madrid

Los romanos, como muchos otros pueblos, celebraban anualmente ritos de purificación. Lo hacían en febrero y, de esta forma, festejaban la renovación cósmica. En la antigua Roma el mes de febrero era un periodo de pasaje entre el año viejo y el nacimiento del nuevo, periodo de caos en el cual todo se mezclaba. Februare en latín significa sudar, purificar, expiar, y este mes se consagraba al dios Februus. En la mitología griega Momo, era un dios que se encargaba de divertir con sus burlas a sus aburridos colegas del Olimpo. Al mofarse y ridiculizar a Hefesto, dios del fuego y a otros dioses como Poseidón y Afrodita, provocó la ira de Zeus que lo expulso del Olimpo.


Los dioses del Olimpo.

De esta manera Momo comenzó a recorrer los pueblos a los que llega en febrero de cada año para establecer su reinado. Más tarde, en la Edad Media, el espíritu burlón de Momo reapareció en las Fiestas de la Locura, en las que todo estaba permitido. El disfraz de otro y el rostro oculto tras una máscara habilitaban excesos y bromas que subvertían las “buenas costumbres”. La Iglesia trató de poner freno a estos desbordes, pero no pudo, por lo que decidió incorporar la fiesta al calendario cristiano como una forma de circunscribir sus efectos a un período específico de locuras y excesos antes de la obligada abstinencia impuesta por la Cuaresma.


Pintura de Pieter Brueghel “Combate entre el carnaval y la cuaresma” 1559 - se encuentra en el Kunsthistorisches Museum de Viena. En la pintura se aprecia como el Carnaval, representado por un hombre obeso sobre un barril, empujado por personas disfrazadas, se enfrenta a la Cuaresma, encarnada por un individuo enclenque, que lleva una pala con pescados, del cual tiran una monja y un sacerdote.