ITALIA ENTRE EMIGRANTES E INMIGRANTES

Emigrantes
A causa de un error humano, el 8 de agosto de 1956, en Bélgica ocurre una tragedia sin precedentes. Un incendio, producido en uno de los pozos de la mina de carbón fósil de Bois du Cazier, causa la muerte de 262 personas de diversas nacionalidades, 136 mineros eran italianos: 67 del Abruzzo-Molise, 12 marchigianos, 23 puglieses y 3 lombardos. Una parte de los 140.000 italianos emigrados a Bélgica, esto fue parte del precio que los italianos pobres del sur pagaron para la reconstrucción del norte italiano, fruto del acuerdo entre los gobiernos italiano y belga conocido como “patto uomo-carbone”, por el cual Italia debía enviar 50.000 personas como mercancías, con una media de 2.000 por semana, a cambio de recibir 200 kg de carbón al día por cada hombre enviado.
En un siglo, desde 1870, muchos millones de italianos emigraron al exterior y hoy en el mundo son más numerosos los miembros de las comunidades italianas que los 60 millones que residen Italia. A la Argentina llegaron tres millones de peninsulares y se estima que 24 de los 40 millones de habitantes de nuestro país tienen al menos en parte sangre italiana.

Inmigrantes
Justo con el aniversario de la tragedia de Marcinelli, entró en vigor la nueva Ley de Seguridad aprobada el mes pasado por el Parlamento italiano, que establece normas muy restrictivas para los cinco millones de inmigrantes residentes, la mayoría regulares.
Las nuevas normas amplían hasta seis meses el tiempo de retención de los indocumentados que deban ser identificados. El extranjero que carezca de papeles en regla no podrá realizar ningún trámite en las oficinas públicas. Muchos inmigrantes asiáticos, africanos y latinoamericanos explicaron que el futuro es sombrío para sus familias: muchos niños no podrán ir a la escuela, muchos extranjeros tienen ahora miedo de ir a un hospital o a realizar un trámite por temor de resultar expulsados.
Crea un clima de hostilidad, racismo y xenofobia contra los inmigrantes, sobre todo si tienen la piel oscura y provienen de países pobres. Promueve que los italianos denuncien a los indocumentados y alienta la formación de patrullas ciudadanas para controlar el orden en las protestas. En Bolonia, Milán, Turín y Génova se registraron numerosas denuncias contra inmigrantes ilegales por parte de ciudadanos italianos.
La ley de Seguridad fue impulsada por La Liga Norte, principal aliado externo del partido de la Libertad del premier Silvio Berlusconi. La Liga ha impuesto medidas cada vez más duras para reducir el número de inmigrantes.
La mejor Italia
Con motivo del nuevo aniversario de la tragedia de Marcinelle, el presidente Giorgio Napolitano envió un mensaje en nombre de la mejor Italia, que aún es numerosa. Dijo que "la integración es un derecho fundamental y los trabajadores deben ser siempre respetados aunque no tengan documentos". "Debemos reflexionar sobre la plena integración de los inmigrantes", señaló Napolitano. El presidente recordó a las generaciones de italianos "que vivieron el angustioso período de las migraciones de las regiones más pobres del país y afrontaron condiciones de trabajo pesadas y extremadamente riesgosas".

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