Il castello di là y el castillo de acá






Il castello di là y el castillo de acá
Castel del Monte
Construido sobre una colina a 16 km de la ciudad de Andria (provincia BAT- Región PUGLIA) es una de las construcciones más populares de los tiempos de Federico II, emperador del Sacro Imperio Romano, y es una joya arquitectónica.
Fue el propio Federico II quien participó a mediados del 1200, en los planos de construcción del Castel del Monte (originalmente: Castrum Sancta Maria de Monte). En un principio el castillo recibió el nombre de la cercana iglesia “Santa Maria del Monte”, aunque esta estuviera ya abandonada. Bajo ese mismo nombre también se hace referencia al edificio en el único documento conservado del emperador Federico II relacionado con la construcción.
Al parecer, este castillo se construyó con el objetivo de servir como residencia de caza para el rey, teniendo en cuenta que en la antigüedad esta zona estaba rodeada de bosques. A menudo se ha dicho, vista la escasez de elementos defensivos y las peculiares características arquitectónicas, que Castel del Monte haya sido concebido como lugar de distracción, donde el Emperador pudiera practicar la caza con el halcón y dedicarse a la observación de las estrellas con sus huéspedes astrónomos, pero es más probable que haya concebido como un templo para la meditación y para la difusión del saber, un lugar de agregación para sabios o neófitas de varias religiones.
En el castillo abunda el número ocho: su forma es octogonal, en cada una de las esquinas de su planta se levanta una torre, también octogonal, tiene ocho torres, posee dos plantas con ocho salas cada una… La razón es muy sencilla, ya que el ocho era un número mágico para los alemanes (de donde procedía Federico II).
Las 16 salas de planta trapezoidal están cubiertas por bóvedas góticas a crucero, de influencia francesa, y dan al espléndido patio interior. Las torres están ocupadas por locales de servicio, por ejemplo la torre del halconero servia como jaula para los rapaces; las torres contienen las escaleras y los servicios higiénicos, a cuyas cisternas se dirige el agua de las lluvias.
Hay estudios que apuntan que este castillo fue diseñado para ser el observatorio espacial más grande de la Edad Media. Y es que visitar este castillo es casi hacer un viaje en el tiempo. En el interior, paseando por las salas se puede encontrar todo tipo de información sobre el castillo y la época. Lo mejor de todo es recorrer sus pasadizos y subir a las torres, desde las que se puede ver una panorámica preciosa de la zona.
El perímetro exterior es en piedra de Trani con excepción del arco y de los elementos decorativos exteriores que son en brecha coralina rosada. La misma piedra recubría las habitaciones del primer piso, enriquecidas con mosaicos que lamentablemente fueron robados.
Su originalidad, el misterio que envuelve sus orígenes y su destinación, tienen algo de "mágico" que induce a profundizar el conocimiento más allá de los esquemas tradicionales.
No en vano, este es uno de los monumentos más visitados de toda la Italia meridional, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1996.

Castillo de Ingeniero White
El edificio de la ex usina General San Martín, es una suerte de castillo medieval perdido entre la pampa y el mar, ubicado en la localidad portuaria de Ingeniero White, provincia de Buenos Aires.
En el año 1929 las Empresas Eléctricas de Bahía Blanca (EEBB) encargaron el proyecto de una planta termoeléctrica al Arquitecto J. Molinari, jefe de proyectos de la compañía Ítalo-Argentina de Electricidad, quien había realizado en la Ciudad de Buenos Aires muchas subestaciones de transformación de energía.
Poco tiempo más tarde, en 1932, la obra quedó terminada y se hizo inconfundible la silueta de la usina como contrapunto de los grandes elevadores del puerto. La inauguración oficial se realizó el 1 de octubre de ese mismo año.
A pesar de que muchos refieren a su estilo como inspirado en el gótico, sobretodo por la aparición de arcos ojivales, el mismo responde a los lineamientos de la arquitectura medieval propia del Románico lombardo, lenguaje adoptado por la Compañía Italo Argentina para sus usinas, estaciones y subestaciones, tanto en la ciudad de Buenos Aires, como Bahía Blanca, siendo una de las primeras empresas en adoptar una imagen corporativa a través de su arquitectura. A fines del siglo XIX, ese estilo era considerado como un estilo nacional en Italia.
Si bien la terminación exterior simula ser una construcción en piedra, de acuerdo a los modelos del medioevo, se trata de un revoque de varias tonalidades aplicado sobre una tradicional estructura de hormigón armado.
Párrafo aparte merece la escultura que termina de embellecer el edificio. Se trata de "San Jorge y el dragón", obra del artista italiano Troiano Troiani y muestra a San Jorge montando un brioso caballo a punto de clavar su lanza en la boca del dragón. El momento es captado con el mayor dramatismo. El rostro sereno del santo se contrapone con la feroz cabeza del animal agazapado bajo la figura del caballo. La lanza constituye la línea principal de la composición acompañada por el cuerpo del hombre y contrapuesta con el eje del caballo. De esta manera el tenso dinamismo de la escena mítica se ve perfectamente equilibrada por la composición.
El protagonismo de la usina General San Martín, se apagó a mediados de los años 80, cuando entro en funcionamiento la central termoeléctrica Luís Piedra Buena.
El Castillo fue declarado Monumento Histórico Nacional el 7 de Septiembre del año 2000 por la Cámara de Diputados de la Nación.

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