Hay un viejo dicho que dice que “Uno está donde están sus pensamientos, donde está su corazón” y eso es lo que en verdad sucedió el pasado domingo 5 de Setiembre en el Museo del Puerto de Ingeniero White, porque si bien la gente que colmó sus instalaciones estaban físicamente allí, sus corazones, sus emociones estaban en nuestra querida y lejana Puglia. Al aroma de las almendras, la miel y el vino se sumó la música de Doménico Modugno, Umberto Tozzi, y tantos otros que nos permitieron con nuestra imaginación pasear por il lungomare de Molfetta o por los trulli de Alberobello o percibir la sombra de los olivares de la campagna.
Por las mesitas de museo del puerto se saborearon las más ricas recetas pugliesas que nos hacían recordar a las navidades de nuestra infancia donde junto al panettone estaban las infaltables mestazulle, cartellatte , la sabrosa tarta de ricotta y pera, todas delicias de nuestras nonas.
Por las pantallas gigantes desfilaron en esas 4 horas casi todas las familias de inmigrantes que arribados desde el puerto de Nápoles o Génova tal vez, dejaron su querida Puglia para instalarse en nuestro Pago Chico y cargar en sus hombros con el progreso de un país que les abrió las puertas de par en par para saciar sus ansias de progreso y libertad.
El museo del puerto generó con sus instalaciones el marco adecuado para que esa tarde no haya sido una tarde dominical más, sino sea una verdadera serata con aire italiano, una verdadera serata pugliese.
Por las mesitas de museo del puerto se saborearon las más ricas recetas pugliesas que nos hacían recordar a las navidades de nuestra infancia donde junto al panettone estaban las infaltables mestazulle, cartellatte , la sabrosa tarta de ricotta y pera, todas delicias de nuestras nonas.
Por las pantallas gigantes desfilaron en esas 4 horas casi todas las familias de inmigrantes que arribados desde el puerto de Nápoles o Génova tal vez, dejaron su querida Puglia para instalarse en nuestro Pago Chico y cargar en sus hombros con el progreso de un país que les abrió las puertas de par en par para saciar sus ansias de progreso y libertad.
El museo del puerto generó con sus instalaciones el marco adecuado para que esa tarde no haya sido una tarde dominical más, sino sea una verdadera serata con aire italiano, una verdadera serata pugliese.
María Alejandra Marzocca
Nostri immigranti Pugliesi
Puglieses por Procedencia.
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